Un fin de semana cargado de rock nacional en Santiago: Los Bunkers y Los Tres desplegaron sus hits en el Estadio Nacional y el Movistar Arena con sólidos espectáculos, pero el show más esperado, era el conformado por Pancho Molina, Álvaro Henríquez, Ángel Parra y Roberto Lindl, Titae.
El cuarteto de Concepción volvió a la capital con su formación original luego de más una década y una presentación en el estadio Ester Roa de su ciudad natal.
En el reducto capitalino, se presentaron el sábado y domingo —a la espera de dos presentaciones más durante esta semana— con un mismo despliegue y setlist, aunque el primero de todos sufrió un retraso de cerca de 40 minutos, producto a un fallo en las pantallas del escenario, mientras que al otro día, solucionadas las fallas, a las 19.30 clavadas arrancó la Revuelta.
La presentación, en líneas generales, se movió entre sus grandes éxitos, tocando los principales hits de sus mejores discos, arrancando con Follaje en el invernadero, Sudapara y El Aval.
Así, cada uno se centró en su instrumento, haciéndolo de manera impecable, aunque por instantes, Ángel Parra se lucía con largos solos.
Cuecas y unplugged
Luego de la seguidilla de clásicos, con Un amor violento y Moizefala, vino el primer encore, donde aparecieron instrumentos acústicos junto a imágenes de Roberto Parra en las pantallas.
La parte unplugged del concierto arrancó con tres cuecas: El arrepentido, La perra con el perro y La vida que yo he pasado, seguido de ¿Quién es la que viene allí?
Así, vendría la segunda pausa de la noche, esta vez un poco más larga, con imágenes de Los Tres durante los 90 e inicios del 2000. Al regreso, lanzaron los éxitos que faltaban, como He barrido el sol, La espada y la pared, Pájaros de Fuego, cerrando todo con Tu cariño se me va.
De esta forma, una de las bandas más importantes en la historia de la música nacional regresó con su alineación original a la capital, con una presentación sin sobresaltos, pero recordando que Los Tres siguen siendo Los Tres.