Cohausing: La tendencia entre adultos mayores que deciden vivir en comunidad

De igual manera, enfermedades como el Parkinson, el Alzhéimer o la depresión podrían evitarse si es que las personas se mantienen en contacto con otras durante la última parte de su vida.

Muchas veces la vejez es asociada la soledad, y estar sin amigos, sin embargo, esto no siempre es así, e incluso, personas adultas mayores han ideado formas para generar comunidad a pesar de los años.

Así surgió de una manera el cohausing o traducido al español como covivienda, una forma de vida par personas adultas mayores que desean pasar su vida junto a otras personas.

Esto se ha popularizado en el último tiempo, teniendo una serie de ejemplos en Europa y recientemente en Sudamérica, especialmente en Brasil, donde un grupo de adultos mayores se organizó para vivir en comunidad para tener una mejor calidad de vida a pesar de los años.

Cohausing: Compartir tu vida cotidiana con pares

Norival de Oliveira, es un economista brasilero de 60 años, que junto a su socio, el arquitecto Ricardo Pessoa, dos años mayor que él, se propusieron iniciar un proyecto para que personas cercanas a su edad vivieran en comunidad.

“A medida que envejeces, la tendencia acaba siendo a estar más aislado”, reconoció de Oliveira a la BBC, señalando que este tipo de iniciativas fomenta la inclusión social de las personas mayores, como él y que ayuda a “no permitir que las personas mayores sean dejadas de lado”.

Y es que desde 1970, cuando surgió esta iniciativa, cada grupo de personas ha ido modificando su forma de implementar el cohausing, ya que hay casos en que se comparte, incluso, la misma vivienda en que viven.

Pero el caso en Brasil contempla que las personas tengan sus casas personales y separadas, pero que compartan los mismo lugares comunes, y así vivien todos los días viendo a sus pares.

Si bien en un inicio de Oliveira y Pessoa pensaron en convocar solo amigos que pudieran estar interesados, esto no funcionó, ya que solo tres personas se entusiasmaron con la idea, por lo que decidieron externar la convocatoria a cualquier persona mayor de 50 años que le interesara vivir en comunidad.

Así, los creadores de este proyecto en Brasil decidieron utilizar las redes sociales para expandir las invitaciones a la comunidad Bem Viver (Buena vida en castellano), alcanzando a un gran número de personas. En la actualidad, son más de 25 personas las que forman parte de este proyecto.

Poner en práctica la idea

Pese a que la invitación era amplia, las personas debían cumplir ciertos requisitos para poder ingresar, por ejemplo, debían compartir los mismos intereses que los integrantes, por lo que para ser aceptados, todos debían aprobar su ingreso.

Una vez integrados, había que poner en marcha la idea, y para eso, había que implementar dos procesos: pagar una cuota única por el terreno y otro para levantar la casa, algo que podía superar los US$100.000.

El lugar donde se iban a instalar era fundamental para los partícipes del proyecto, ya que no querían estar alejados del centro de la ciudad, pero querían estar en contacto con la naturaleza, así a fines de 2022, encontraron un área verde en el perímetro urbano de Mogi das Cruzes, un municipio de São Paulo de cerca de 63,5 mil m².

De acuerdo a lo señalado por los participantes, el proceso de construcción de los hogares fue bastante democrático, y todos podían opinar del proceso y reconocieron que “fue un proceso colaborativo, y la inteligencia de todos los integrantes del grupo también fue muy importante para definir todo”.

Finalmente, todas las casas serían iguales y estarían a solo 15 metros la una de la otra, para mantener el espíritu de la idea, es decir, vivir en comunidad. Además, el terreno contaría con piscina, sala de actividades, un huerto, una plazoleta y otras opciones de diversión.

“El principio es el respeto a la naturaleza. Queremos construir todo pensando en la sustentabilidad, con mejoras socioambientales para conservar y preservar la naturaleza”, comentó al medio ante citado uno de los participantes.

Vivir en comunidad

El proyecto finalmente se pondrá en marcha a mediados de este año, donde los integrantes de este grupo esperan mudarse a la comunidad Bem Viver, ya que todos viven en diferentes lugares del país, pero ya han generado fuertes lazos entre sí.

Las personas que se trasladarán hasta la comunidad esperan pasar sus años de vejez acompañados y de manera divertida, evitando disfrutar de su jubilación en soledad, algo que, incluso, ha sido comprobado científicamente que ayuda a alargar la vida.

De igual manera, enfermedades como el Parkinson, el Alzhéimer o la depresión podrían evitarse si es que las personas se mantienen en contacto con otras durante la última parte de su vida.

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