Un histórico hallazgo ser realizó en la Reserva Nacional Isla Mocha, ya que en aquel lugar se encontraron cuatro ejemplares del degú o por su nombre científico Octodon pacificus.
El asombroso descubriendo llama la atención por varias razones: en primer lugar, porque se creía que esta especie encontraba extinta, además, de que es un animal endémico de nuestro país.
La importante noticia fue dada a conocer por los equipos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), quienes junto a trabajadores de la Universidad de Chile, encontraron a los animales luego de 65 años sin tener rastro de ellos.
¿Cómo es el degú?
Además de su nombre tradicional, el degú también recibe otros apodos, como la ardilla chilena, el ratón de las pircas, ratón cola de trompeta o ratón cola de pincel.
Lo cierto es que estos animales viven en comunidad, lo que los hace muy sociables, viviendo en madrigueras subterráneas que excavan en grupo. Sus hogares suelen estar en zonas rocosas, matorrales densos y bosquecitos.
Una de sus características es que se reproducen en cualquier época del año, facilitando su expansión. Su gestación es de 90 días, siendo más largo que el de la mayoría de los roedores. Las camadas van entre las 3 y 9 crías, siendo las más comunes de cuatro.
Sin embargo, muchas veces puede ser confundido con otros roedores del continente, pero su gran diferencia es que tienen un pelaje largo café anaranjado.
Lamentablemente, ha sido comercializado de manera ilegal como mascota por largos años. Además, los pueblos indígenas de la zona los usaban como alimento.
La importancia del hallazgo
“Sin duda es una noticia que cambiará la categoría de conservación de la especie. Podría dejar de estar en extinción y pasar a la categoría de Peligro Crítico. Por otra parte, esto realza la importancia de la Reserva Nacional Isla Mocha en su protección”, señaló el jefe de sección de Conservación de la Diversidad Biológica de Conaf Biobío, Julián Reyes.
Por su parte, el administrador de la Reserva Nacional Isla Mocha, Francisco Astete, resaltó que junto a su equipo llegaron a estar siete años buscando al dugú, por lo que genera una gran emoción su hallazgo.
“Estamos muy contentos. Ha sido un proceso súper largo. Estuvimos realizando monitoreo cuatro veces al año y ahora obtuvimos resultados. Este hallazgo ha sido posible gracias a un trabajo en equipo”, dijo.
“Se le tomaron muestras biológicas, se midieron y se pesaron. Ahora tenemos que seguir con el trabajo para determinar el tamaño de la población. Saber cuál es la cantidad de individuos que habita en esta isla y su comportamiento”, agregó.