¿Quién es Claudio Cofré?: El abogado que representa a 6 cabecillas del Tren de Aragua
En abril de 2022 decidió defender a Hernán Landaeta Garlotti alias Satanás, quien fue catalogado como “el sicario más temido” de la banda criminal venezolana
Homicidio, secuestro con homicidio, extorsiones, amenazas extorsivas, robo con intimidación. Esto son partes delitos que enfrentarán seis delincuentes del Tren de Aragua, clientes del abogado chileno Claudio Eugenio Cofré Soto.
Cofré, fue teniente en Carabineros, en abril de 2022 decidió defender a Hernán Landaeta Garlotti alias Satanás, quien fue catalogado como “el sicario más temido” de la banda criminal venezolana, consignó La Tercera.
Además, de otros cinco clientes y cabecillas de la banda son: Carlos González Vaca (alias Estrella), Zeus Velásquez Aquino (alias Zeus), Juan Trejo Avrguilla (alias Águila), Daniel Elías Azuajae y Yoneiker Paredes Fagundez (alias el Enano).
El medio reveló que los “soldados” del Tren de Aragua suelen aceptar ser defendidos por abogados que otorga el Estado de forma gratuita. Sin embargo, los líderes de la organización utilizan su derecho a designar un abogado de “confianza”.
Asimismo, el abogado, a través de sus rede sociales, reveló que los defensores suelen “pelearse” y buscar con mucho interés representar a los líderes de la banda criminal. “Varios abogados les llamaban en forma inmediata en búsqueda de quedarse con la defensa”, escribió.
Según el mismo medio, al menos hasta el año 2015, Cofré cobraba $12 millones de pesos chilenos por defender a una sola persona.
Visitas y comunicación con “familiares”
El defensor de los cabecillas del Tren de Aragua ha sido “insistente en que reciban visitas y comunicarse con sus familiares” y que los que están en Santiago sean trasladados al norte, pese a los problemas de seguridad que conlleva ese viaje.
Además, el pasado 23 de enero, después de una audiencia virtual: Cofré solicitó al juez 15 minutos para una videollamada en privado con sus clientes, Landaeta, Velásquez y González. Sin embargo, los gendarmes que los custodiaban se dieron cuenta de que el abogado estaba haciendo algo ilegal.
Tras darse cuenta de que se encontraba el personal de gendarmería, el abogado baja el teléfono. Sin embargo, no se sabe si aquellas personas en la videollamada eran, efectivamente, familiares u otros miembros de la peligrosa banda delictual.