“Alarmantes y “desgarradores” así calificó el portavoz adjunto del Departamento de Estado norteamericano, Vedant Patel, los informes de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) respecto a una “inminente” hambruna en la Franja de Gaza como consecuencia de la ofensiva israelí sobre el enclave palestino.
“Hemos visto este informe alarmante y desgarrador. Es bastante duro. Hay niños que se mueren de hambre, que están desnutridos porque no pueden recibir ayuda humanitaria. Por eso creemos firmemente que hay que hacer todo lo posible para aumentar la entrega de ayuda humanitaria. Creemos que es necesaria una asistencia humanitaria continua”, ha declarado.
En conferencia de prensa explicó que si bien los convoyes terrestres son “insustituibles” a la hora de asistir a la población, las operaciones marítimas y aéreas siguen siendo válidas.
El lunes, la FAO alertó que la hambruna es “inminente” en la zona norte de la Franja de Gaza, antes de agregar que la mitad de la población gazatí, cerca de 1,1 millones de personas, hacen frente a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria.
Por su parte, la Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés) recoge que existe el riesgo de que se desate una hambruna en esta zona del enclave palestino antes de finales de mayo de 2024 si no hay un alto el fuego y un incremento de la entrega de ayuda humanitaria a la población.
Así, el informe afirma que, “según el escenario más probable”, las provincias del norte de Gaza están en fase 5 (hambruna), con un 70% de la población, unas 210.000 personas, en niveles “catastróficos”, mientras que las provincias del sur -Deir al Balah, Khan Younis y Rafah- están en fase 4 (emergencia), con la posibilidad de que caigan en hambruna en julio “en el peor de los escenarios”.