Entre nostalgia y los hits: Así fue la décima segunda versión de Lollapalooza Chile
Las sensaciones finales son buenas y dejaron altas expectativas para lo que puede venir el próximo año.
Lollapalooza Chile 2024 llegó a su fin, con tres días de música que se tomó el Parque Cerrillos, hasta donde llegaron 210 mil personas entre los tres días, de acuerdo a la producción.
Si bien, el cartel de este año no presentaba números excesivamente grandes, lo cierto es que hay una decena de presentaciones que valieron la pena y dejaron al festival nuevamente como uno de los más importantes del país y el continente.
Pese a ello, a excepción del sábado, los arranques de las jornadas estuvieron algo lentas, aunque con presentaciones que supieron encender los ánimos y calentar motores para los platos fuertes.
Un irregular arranque
El viernes, el comienzo del festival, tuvo un complejo arranque. Si bien Machuca presentó un punk duro y Ceaese una cuota de música urbana, lo cierto es que ya entrada bien la tarde comenzaron a aparecer los shows principales.
Hozier, Thirty Seconds to Mars y Él mató a un policía motorizado, mostraron sus cartas durante la tarde para que caída la noche aparecieran los platos fuertes del primer día: Limp Bizkit, que cumplieron con su nota de niu metal, Feid, con un show cargado de hits de Spotify y King Gizzard & the Lizard Wizard con la psicodelia y el rock progresivo a flor de piel.
Si bien, tuvo presentaciones destacables, como los rockeros australianos, lo cierto es que el primer día de Lollapalooza Chile 2024 no arrancó con un show macizo y convocante, pero cumplió, con unos Limp Bizkit que hicieron lo que la gente quería: saltar y cantar.
Jornada sólida
El segundo día comenzó dejando clara su pauta: la nostalgia con el pop punk. Bandas como Tronic y Glup animaron al escenario principal que prácticamente se llenó en ambas presentaciones. La gente coreó y disfruto canciones del recuerdo y bailó un par de covers.
Aquel día más artistas nacionales hicieron grandes presentaciones, como Fármacos y Francisca Valenzuela, quienes bajo un intenso calor mostraron sus nuevas canciones pero combinándolas con grandes éxitos.
Ya entrada la tarde, llegaron más presentaciones sobrias como The Offspring y la majestuosidad hecha show, con Arcade Fire, que con una demoledora presentación en el Banco de Chile stage se coló en el top 5 de las mejores actuaciones de este año.
El cierre del sábado estuvo a cargo de Blink-182, que saldó su deuda con el público nacional a base de pop punk que no defraudó a los ansiosos fanáticos de los estadounidenses, que desplegaron todo su talento en el escenario principal del Parque Cerrillos.
Así Lollapalooza repuntó con todo y dejó una jornada cargada de emociones que no dejó a nadie con gusto a poco. Un día muy bueno para recordar de qué festival estamos hablando.
Correcto cierre
Las grandes emociones que dejó el segundo día costó retomarlas el domingo, con un lento arranque, pero finalmente se pudo encaminar una última jornada que sobre la tarde comenzó a prender.
Con sólidas presentaciones de Ana Tijoux, Phoenix y Jungle el público disfrutó, bailó y cantó ante show que no defraudaron a las miles de personas que se acercaron a los escenarios del Parque Cerrillos.
Ya cerca de la noche, los ánimos estaban encendidos y así se quedaron gracias a Sam Smith que se tomó el Banco de Chile stage y lo hizo suyo, dominando cada faceta de un artista sobre el escenario.
Un concreto setlits, cambios de vestuarios, bailarines y una impecable conexión con el público hicieron que el británico fuera de las mejores presentaciones del Lollapalooza Chile 2024.
Con SZA y Chencho Corleone finalizó la última jornada del festival. En resumen: el domingo entregó un correcto cierre para un festival que le costó tomar vuelo, pero que dejó gloriosos momentos para la música, sobre todo, nacional.
Lollapalooza, más vivo que nunca
Si bien en la previa, el cartel no tenía una gran variedad de artistas para ofrecer como en ediciones anteriores, finalmente demostró durante tres días, la música se toma el Parque Cerrillos y continúa generando presencia.
Además, el gran marco de público y mejoras en la organización, además de algunas novedades en el entorno de los escenarios hicieron una mejor experiencia para los asistentes, haciendo que el parque metropolitano se consolide como la casa de Lollapalooza.
Las sensaciones finales son buenas y dejaron altas expectativas para lo que puede venir el próximo año.