H5N1 es la próxima pandemia y la estamos viviendo
La bióloga conservacionista Diana Bell señaló respecto a su peligrosidad que “sabemos que ya puede infectar a los humanos: una o más mutaciones genéticas pueden hacerlo más infeccioso”.
Tras la llegada del Covid-19, muchos científicos buscan prever o prevenir futuras pandemias. Una de ellas es la profesora de Biología de la Conservación en la Universidad de East Anglia, Diana Bell, quien en un artículo publicado en The Conversation, sostuvo que la influenza aviar H5N1, también conocida como gripe aviar, es la próxima pandemia e incluso indicó que ya la estamos viviendo.
Según la bióloga, esta cepa surgió en los gansos domésticos en China en 1997 y se propagó rápidamente en el sudeste asiático, con una tasa de mortalidad elevada del 40 al 50%. “Mi grupo de investigación encontró el virus cuando mató a un mamífero, una civeta de palma de Owston en peligro de extinción, en un programa de cría en cautiverio en el Parque Nacional Cuc Phuong, Vietnam, en 2005”, comentó Bell.
Aún es un misterio cómo los animales se contagiaron de la gripe aviar, por lo que el descubrimiento realizado por el equipo de trabajo de la académica los impulsó a realizar una investigación más exhaustiva para determinar la amenaza que este virus podría representar para la vida silvestre.
“Hace 20 años razonamos que las cepas de H5N1 que circulaban probablemente eran altamente patógenas para todos los órdenes de aves. También demostramos que la lista de especies infectadas confirmadas incluía aquellas que estaban globalmente amenazadas y que hábitats importantes, como el delta del Mekong en Vietnam, se encontraban cerca de los brotes de aves de corral reportados”, explicó la bióloga en el citado medio.
A principios de la década de 2000, identificaron que entre los mamíferos propensos a la gripe aviar estaban los roedores, primates, conejos y cerdos. Además, causó la muerte de tigres de Bengala, leopardos nublados y gatos domésticos.
En 2006, la académica junto con su grupo de investigación expusieron en un artículo los efectos del H5N1 en varias especies y “sugirieron que algún día podría producir una amenaza a escala pandémica para la biodiversidad global”.
Avance de la gripe aviar
“Dos décadas después, la gripe aviar está matando especies desde el alto Ártico hasta la Antártida continental”, señaló Bell.
Según un estudio de Centers for Disease Control and Prevention (CDC), en 2020, 26 países informaron la lamentable cifra de 48 especies de mamíferos muertos por el virus.
El mar tampoco se ha quedado ajeno a las consecuencias de la gripe aviar. Según explica la académica, “desde 2020, han sucumbido 13 especies de mamíferos acuáticos, incluidos leones marinos, marsopas y delfines americanos, que a menudo mueren por miles en América del Sur. Ahora también se ha confirmado que una amplia gama de mamíferos carroñeros y depredadores que viven en la tierra son susceptibles, incluidos los pumas, los linces, los osos pardos, negros y polares”.
Sin embargo, para ella es fundamental seguir investigando el alcance entre las especies del H5N1. “Sabemos que ya puede infectar a los humanos: una o más mutaciones genéticas pueden hacerlo más infeccioso”, afirmó Bell.
Escenario actual
Según la bióloga, “entre el 1 de enero de 2003 y el 21 de diciembre de 2023, se notificaron 882 casos de infección humana por el virus H5N1 en 23 países, de los cuales 461 (52%) fueron mortales”.
Los países más afectados por la mortalidad de este virus han sido China, Camboya, Vietnam y Laos. Uno de los aspectos más preocupantes es que el subtipo del virus H5N1 se ha detectado en aves de corral en Camboya desde 2014 y cuya propagación a principios de los años 2000 provocó la tasa de mortalidad más alta, siendo una señal de lo que podría estar por venir.
“Entre las que han muerto a causa de la gripe aviar en los últimos tres años se encuentran especies que ya estaban en peligro de extinción. Las primeras muertes por el virus en la Antártida continental acaban de confirmarse en skúas , lo que pone de relieve una amenaza inminente para las colonias de pingüinos de cuyos huevos y polluelos se alimentan las skúas. Los pingüinos de Humboldt ya han muerto a causa del virus en Chile”, destaca Bell.
Para la académica, el llamado a la acción es claro: “Revisar completamente la producción avícola a escala global. Hacer que las granjas sean autosuficientes en la cría de huevos y polluelos en lugar de exportarlos internacionalmente. Es necesario detener en seco la tendencia hacia las megagranjas que contienen más de un millón de aves”.