Un tercio de los adultos no duerme las horas recomendadas por los expertos, y las mujeres son las que más padecen de un mal sueño.
De acuerdo con un estudio de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), el rendimiento académico de los escolares empeora al no dormir bien, y según los expertos, la concentración en el trabajo también se vería afectada.
Uno de los sistemas que se activa durante el sueño es la zona del cerebro relacionada con el aprendizaje y la memoria.
“Cuando dormimos, nuestro cerebro repasa la información que hemos aprendido durante el día y almacena lo que es necesario”, comentó Rajkumar Dasgupta, especialista en medicina del sueño y neumología de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, Estados Unidos. Además, agregó que “cuando estamos bien descansados, también somos más capaces de mantenernos en la tarea y evitar desviarnos“.
En nuestro país, Corpa Market Intelligence realizó una investigación para determinar cómo duermen los chilenos y chilenas, con datos de 465 participantes en 2020 y 1.120 en 2023.
Los resultados revelados por El Mercurio indicaron que el 41% de los encuestados declaró que su calidad de sueño es muy mala durante este año, es decir, un 17% menos que en 2020. Además, el 35% afirmó que tardaba 15 minutos o menos en dormirse, mientras que hace tres años, este número alcanzaba el 30%.
Cumplir con las horas de sueño recomendadas (siete a ocho horas para los adultos y ocho a nueve para los adolescentes), según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, permite obtener mejores calificaciones y una mejor capacidad para afrontar problemáticas.
Al no respetar las horas de sueño que nuestro cuerpo necesita, puede relacionarse con enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, depresión, obesidad y, sobre todo, como se indicó anteriormente, deficiencias en el aprendizaje.
Mujeres, las más perjudicadas frente a la falta de sueño
Las mujeres, a diferencia de los hombres, están más expuestas a padecer trastornos del sueño, como alteraciones del sueño, pesadillas e incluso insomnio. National Geographic explica que la causa de esto se debe a la “discrepancia en el sueño suele estar relacionada con las hormonas vinculadas a la menstruación, ya que la hormona sexual progesterona (que ayuda a regular el sueño) suele estar baja durante la ovulación”.
En tanto, Rebecca Spencer, profesora de ciencias psicológicas y del cerebro en la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), en conversación con el citado medio, sostuvo que “la premenopausia y la menopausia también afectan el sueño”.
“Más propensas a ocuparse de los niños y otros miembros de la familia, lo que puede dificultar que duerman lo suficiente”, señaló Dasgupta.
La importancia del sueño en la memoria
Si bien el aprendizaje se ve afectado por la falta de sueño, otro aspecto al cual también hay que prestar atención es la memoria “El sueño desempeña un papel muy activo en la consolidación de la memoria“, comentó Spencer.
La experta explica que la consolidación de la memoria es el proceso cerebral de ordenar, reproducir y almacenar todo lo aprendido y experimentado. “Aunque la consolidación de la memoria puede producirse estando despierto, este proceso es más intenso o mayor durante el sueño”, detalló.
El sector interno del lóbulo temporal del cerebro, que se encuentra cerca del cráneo, es fundamental en la memoria. Para la psicóloga, el hipocampo es el “lugar de almacenamiento a corto plazo” de nuestro aprendizaje.
“Cuando duermes, esos ‘papeles’ se guardan en un archivador a largo plazo para recuperarlos cuando sea necesario”, explicó Spencer.
¿De qué manera el sueño y el aprendizaje mejoran?
Las recomendaciones son seguir un horario del sueño, mantener un entorno de sueño oscuro y evitar comer cosas muy copiosas antes de acostarse. Además, es fundamental evitar exponerse a las pantallas durante al menos 45 minutos antes de dormir.
Es muy importante adoptar esta rutina del sueño, incluso para los estudiantes que suelen trabajar hasta tarde. “Creo que es bastante común que los estudiantes universitarios asuman que su mejor estrategia para sacar buenas notas es quedarse despiertos hasta tarde estudiando y empollando para los exámenes”, comentó Cresswell.