El secuestro del exmilitar venezolano, Ronald Ojeda, hasta ahora, solo genera más preguntas que respuestas. Es por eso que esta situación se ha catalogado como un caso “atípico” de este delito.
Lo cierto es que no se le ha pedido ninguna recompensa a la familia del venezolano, por lo que no se está frente a un secuestro extorsivo, pero no se tienen mayores antecedentes de su paradero.
Además, de acuerdo a la información recabada por la Policía de Investigaciones (PDI) Ojeda no estaría ligado a prestamistas ilegales y tenía un trabajo estable en una empresa de seguridad, aunque no cumplía funciones de guardia.
Así las cosas, de acuerdo a La Tercera, el Ministerio Público maneja tres hipótesis respecto a las motivaciones que puede haber detrás de este caso: Una operación de la inteligencia venezolana, un autosecuestro o una acción del crimen organizado.
En este sentido, hasta los peritajes realizados por ahora, en el celular de la víctima no se registran mensajes de amenazas o de ese estilo, aunque según el medio antes mencionado, las diligencias en el aparato tecnológico de Ojeda aún no terminan.
De igual forma, los familiares del venezolano han comentado que Ojeda nunca expresó algún atisbo de ser amenazado o estar involucrado en negocios ilegales. Pese a esto, los detectives resaltan que en la forma de operar, el horario en que lo hicieron y cuándo lo hicieron deja ver que las personas que capturaron a la víctima, estos la venían siguiendo hace tiempo.
Otro de los puntos claves de la investigación será la revisión de cámaras de las autopistas y las calles aledañas al domicilio del exmilitar, en Independencia. En este sentido, encontrar los autos donde se trasladaron los secuestradores también es fundamental para la causa, aunque de momento se sabe que los vehículos no tenían encargo por robo.