Falla de San Ramón: ¿es realmente un peligro en caso de terremoto?
Esta falla abarca sectores de Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto —esta sería la que más afectada se vería en caso de un terremoto— aunque hay estimaciones que llega hasta Lo Barnechea e incluso Pirque.
En el 2011 el Ministerio de Vivienda y Urbanismo llevó a licitación el proyecto “Estudio de riesgo y modificación (PRMS) falla de San Ramón”, donde se analizarían los posibles riesgos de que podría traer dicha zona de la Región Metropolitna debido a un posible terremoto en el sector.
Con el paso del tiempo, esta preocupación se ha ido intensificando, sobre todo tras revelarse que más del 50% de la Falla de San Ramón ya está edificada, es decir, más de tres millones de personas podrían verse afectadas por una catástrofe de estas características.
En concreto, esta falla abarca sectores de Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto —esta sería la que más afectada se vería en caso de un terremoto— aunque hay estimaciones que llega hasta Lo Barnechea e incluso Pirque.
Analizando en mayor profundidad los datos, en Puente Alto, el 61,8% de sus habitantes reside sobre o cerca de ella, en Las Condes un 55,4%, Peñalolén un 39,6% y en La Florida 34,6%. Esta falla geológica es inversa y activa. Se estima que está más de 10 kilómetros bajo la superficie terrestre.
Peligros de la Falla de San Ramón
Tomando todos estos antecedentes, desde la Cámara de Diputadas y Diputados, acogieron un informe donde se propone que todo el sector que abarca la Falla de San Ramón sea catalogada como “zona no edificable”.
Además, el informe mencionado anteriormente recomendó que esta situación fuera abordada en el Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), como también expuso que desde hace más de 10 años el Estado está en conocimiento de los peligros que conlleva edificar en esta zona, sin haber planteado una solución.
En concreto, solicitan que se disponga la prohibición de construir en un radio de 300 mts de la falla, además de que el Minvu entregue propuestas para modificar el Plano Regulador Comunal a cada municipio que esté en este territorio.
Además, se plantea crear canales de comunicación con la población que habita en la Falla de San Ramón y sus alrededores para que conozca sobre la situación.
¿Qué podría pasar?
La preocupación por lo que podría llegar a pasar en caso de un terremoto en la Falla de San Ramón llevó al académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, José Antonio Abell, a generar un simulador sobre los efectos de este desastre natural.
En primer lugar, Abell advierte que este posible terremoto sería “muy cercano, por lo tanto, habría poco aviso entre los primeros movimientos y que se empiece a mover fuertemente, daría poco tiempo y con una intensidad muy fuerte en las cercanías de la falla, la cual tendería a bajar rápidamente en la medida que uno se aleja. Entonces, Santiago oriente sentiría mucho más fuerte el evento de lo que lo sentiría Santiago poniente”.
Además, detalló que es probable que este movimiento telúrico sea de gran intensidad pero de poca duración. “Esas características llevan a pensar que estructura más bien bajas, edificios de pocos pisos por ejemplo, serían probablemente los más afectados por este tipo de sismo. En este momento estamos trabajando, a través de simulación, la severidad del movimiento y de los daños esperables”, dijo.
Por otro lado, el académico relata que estudios geológicos, sismológicos y geofísicos han revelado que hace unos 17 mil años esta falla produjo un temblor de 7,4 grados y hace 8.000 años otro de 7,2, pero que “aún no existe un consenso científico sobre si volverá a producir un suceso de tal magnitud”.
La amenaza de la Falla de San Ramón
Una de los mayores problemas para saber cómo enfrentar esta situación, dijo Abell, es que “no disponemos de sismogramas de un evento en la falla, información clave que los ingenieros emplean para calibrar las normas de diseño sísmico. En vez de esto, se puede usar simulación para predecir los efectos de un sismo en la falla”.
Pese a esto, las simulaciones que el académico ha llevado a cabo han logrado demostrar que en caso de producirse un temblor en la Falla de San Ramón “el movimiento fuerte del terremoto terminaría relativamente rápido, entre 20 y 40 segundos, seguido de un movimiento residual posterior debido a los “ecos” de las ondas rebotando en las variadas características geológicas de la cuenca de Santiago”.
El experto concluye en que en la mayoría de Santiago el movimiento no superaría los límites de la normativa antisísmica de Chile, debido a la baja intensidad y duración, sin embargo, “en lugares cercanos a la cordillera, el movimiento potencialmente sí los superaría. En este caso las estructuras de tamaño mediano a bajo serían las más susceptibles (a diferencia de las edificaciones medianas a altas que fueron las más afectadas el 27F en2010). Aún así, la alta calidad de la ingeniería chilena garantiza que, cuando se aplican correctamente las normas, no debería haber colapsos estructurales, resguardando la vida de los ocupantes, aunque es probable que muchas edificaciones queden irrecuperables”.