Con la llegada de la pandemia, el uso de dispositivos electrónicos aumentó entre los alumnos, una tendencia que no ha disminuido en los últimos años. Según cifras de la última encuesta PISA, en nuestro país, el 51% de los estudiantes se distrae usando dispositivos digitales, mientras que el 42% se distrae cuando otros estudiantes los utilizan.
Opiniones divergentes
Desde el ámbito docente, se ha observado que esta situación está generando dificultades en la enseñanza, lo que ha llevado a que varios colegios implementen medidas para evitar su uso. Por ejemplo, el colegio Sagrado Corazón de la Reina introdujo un sistema en el cual los alumnos deben guardar sus celulares en un lienzo con bolsillos designados según su número de lista. Natalia Correa (43), profesora del establecimiento, en conversación con La Tercera, señala que esta medida no resultó eficaz, ya que muchos estudiantes llevaban dos celulares, dejando uno antiguo o que no utilizaban en los bolsillos, mientras continuaban usando sus dispositivos durante la clase.
Correa explica que esta situación se está convirtiendo en un problema y que se deben tomar medidas para no afectar el funcionamiento adecuado de las clases y el aprendizaje de los estudiantes. “Es mucha carga como profesora, una pelea constante dentro de la sala de clases y, al mismo tiempo, desde el ámbito legal también es complicado quitarle el celular a alguien”, comenta.
En cuanto a posibles medidas de prohibición de los establecimientos educativos respecto al uso de celulares en las aulas, Tomás Recart, director ejecutivo de la Fundación Enseña Chile, está a favor de prohibirlos por completo, ya que afectan la convivencia entre los alumnos. “No olvidemos que uno de los grandes problemas que hemos tenido en Chile pospandemia tiene relación con la convivencia. Dejamos de conversar, de empatizar, de escuchar por estar pegados en el celular”, señala Recart en la nota del medio citado.
Por otro lado, Valentina Mendes, especialista y jefa de educación de la Unesco, tiene otra perspectiva sobre esta situación. Indica que desde la organización no están a favor de prohibir el uso de los teléfonos, ya que pueden contribuir al desarrollo educativo de los estudiantes. “Los docentes son la pieza angular de todo este sistema. Y vimos durante la pandemia que han sido capaces de adaptarse y utilizar las tecnologías en general. Entonces, es posible, pero necesitan muchísimo apoyo y acompañamiento para reforzar esas capacidades digitales”, comenta.
Desde el gobierno, Martín Cáceres, director del Centro de Innovación, sostiene que el uso de la tecnología debe ir acompañado de una enseñanza sobre su correcto uso y no está a favor de su prohibición. “Como Mineduc sostenemos que, más allá de una prohibición generalizada, es necesario que las comunidades educativas adopten medidas para aprender a convivir con las tecnologías de forma sana y utilizarlas de forma responsable, creativa y crítica”, comenta el Cáceres.
Proyecto de ley
La bancada de Renovación Nacional presentó la semana pasada un proyecto de ley que busca prohibir el uso de esta tecnología en las aulas en todos los niveles de educación hasta la enseñanza media. Estas medidas ya han sido implementadas en países como Francia, Inglaterra, Holanda y Nueva Zelanda.
“Si bien la tecnología presente en los dispositivos móviles puede facilitar el acceso a la información y el propio proceso formativo en sí, también supone riesgos, en especial para los niños y adolescentes, como la posibilidad de acceder a material no apropiado, generar distracción o facilitar incluso nuevos fenómenos delictivos que basan su ejecución en aspectos tecnológicos y digitales”, argumentaron los diputados de RN en el escrito del proyecto de ley.