Finalmente terminó el paso de Jorge Bermúdez por la Contraloría, en un mandato marcado por una serie de casos de corrupción donde el ente persecutor tomó relevancia. Ahora es Dorothy Pérez quien tomó la dirección del organismo de manera subrrogante.
Pero, la llegada de Pérez no dejó indiferente a nadie. En su arribo a la Contraloría, la mujer decidió realizar una serie de cambios al interior del organismo: reorganizó una serie de cargos, eliminó divisiones y cambió la forma de tratar, donde los abogados muestran una actitud más pragmática y distante de los funcionarios. Además, con el mando de Magíster en Gestión y Magíster en Gerencia y Políticas Públicas se puso en duda la continuidad de Contralorito, el corpóreo de la Contraloría que impulsó Bermúdez y que tiene gran popularidad en redes sociales.
Por otro lado, la contralora (s) emitió oficios de inicio de fiscalización a distintas divisiones públicas que estén involucradas en el combate de los incendios forestales, pensando en la preparación del verano, donde se prevé que se vean una serie de estos eventos.
Otro de los cambios que instauró Pérez fue la creación de la División de Gobiernos Regionales y Municipalidades, que en realidad ya existía antes, pero fue eliminada por Jorge Bermúdez en 2015. Esto, de acuerdo a lo publicado por La Tercera, sería para fiscalizar de mejor manera estos organismos donde se maneja una gran cantidad de dinero fiscal.
Esta determinación vino de la mano con la decisión de sacar de su cargo al jefe nacional de Auditorías, Eduardo Díaz, quien fue el encargado de revisar el Caso Convenios dentro de la Contraloría. De igual forma, se decidió rebajar su grado de 8 a 12, lo que también se traduce en una disminución de su sueldo. A la salida de Díaz se le sumó la del jefe de Comunicaciones, Pablo Jamett, el jefe de gabinete de Bermúdez, Tomás Mackenney y Doris Roa de la Auditoría Interna.
Cambios profundos
Una de las decisiones más severas de Pérez al interior de la Contraloría se dio al momento de reducir de nueve unidades en la jefatura de gabinete a tres, argumentando que la gran cantidad de funcionarios en esas arias no estaban justificadas.
“Del análisis organizacional efectuado, se advierte que el Gabinete y la Secretaria General, para las labores de apoyo o soporte que realizan, cuentan con una dotación de 363 personas con 42 jefaturas, en tanto que existen Unidades Jurídicas Regionales que solo cuentan con 2 o 3 abogadas u abogados cada una, para atender todas las consultas legales de los servicios públicos y de la ciudadanía, en sus respectivas regiones. Asimismo, existen Unidades de Control Externo a nivel regional que solo cuentan con 8 fiscalizadores, para examinar y controlar todas las entidades y recursos públicos en sus respectivas regiones”, indica la resolución que expuso La Tercera.
De acuerdo al medio antes mencionado, la contralora (s) ha removido de sus cargos a, al menos, 10 personas y ha modificado cerca de 50 funciones y grados, hasta la mañana de este martes 19 de diciembre.
Hasta el momento, desde el Gobierno ven con mesura los cambios realizados por Pérez y afirman que estos están justificados y dentro del marco legal, ya que mientras la subrogancia de la Contraloría le corresponda a la profesional, estas modificaciones son posibles de hacer.
Por otro lado, el Ejecutivo aún no ha decidido los nombres de los candidatos a suplir definitivamente a Jorge Bermúdez.