En el octavo día del juicio contra Nicolás Zepeda en medio de la investigación por la desaparición de Narumi Kurosaki, declaró su mamá Taeko Kurosaki un día después de que sufriera una descompensación y el juicio debió ser suspendido.
En esta oportunidad, Teko se refirió a cuando conoció a Zepeda, los días después de la desaparición de su hija y cómo han sido estos 7 años desde su desaparición. “Desde 2016, hace hoy 7 años, nuestra familia ha contado con la ayuda de innumerables personas en todo el mundo que han apoyado y trabajado para encontrar la verdad detrás de este caso y se los agradezco de todo corazón. Durante estos 7 años, me pasó que perdí completamente el uso de mi voz. Ya no podía hablar. Hace poco que comencé a hablar de nuevo, pero las palabras no salen fácilmente”, comenzó.
Y siguió: “Perdí a mi madre cuando tenía 21 años. Eso es demasiado joven. Y siempre me arrepiento de no poder agradecerle por darme la vida. Cuando tuve a Narumi, para mí, ella era una reencarnación de mi madre”.
Cuando conoció a Zepeda
La madre de Narumi dijo que la primera impresión que tuvo al conocer a Nicolás Zepeda “lo diré con franqueza. Todos en Japón tenemos una cara relativamente plana. Su rostro estaba bien esculpido. Me pareció un chico guapo, agradable y amable. Solo una cosa me llamó la atención. Este chico no me saludó. Tuve que digerir mi sorpresa a mi manera. Me dije que era porque era japonesa que no se atrevió a saludarme”.
También le llamó la atención que Zepeda le dijo en una comida que su madre provenía de una familia rica, “me quedé estupefacta porque en Japón no hablamos de nuestra familia rica”. Después describió a Zepeda como una persona poco confiable y posesivo con su hija y que intentó impedir el viaje de Francia a Narumi, algo que era un sueño para ella. “Él no puede tolerar un día lejos de mí”, fue una de las cosas que le dijo Narumi por esa época.
La desaparición
El 3 de diciembre, un día antes de la desaparición de Narumi, fue la última vez que su madre habló con ella. Después, como contó la madre, “durante cinco días, no hubo mensajes de Narumi. Le envié muchos mensajes para saber cómo estaba. Mis mensajes nunca fueron leídos y no obtuve respuesta”. Luego, el 10 de diciembre recibió “un mensaje misterioso”, de acuerdo a lo que contó, que decía “no te preocupes, está bien. Perdón por no escribirte. Mi novio es muy posesivo”.
Fue el 14 de diciembre cuando Taeko se enteró formalmente de la desaparición de su hija: “Como loca repetí su nombre. Narumi, Narumi, mantente con vida”.
Y explicó: “Estoy psicológica y físicamente destruida. Me encerré en mi habitación muchos meses, en completa oscuridad. Rodé por el suelo y me aislé por completo de este mundo espantoso. Nunca podré volver a trabajar en el resto de mi vida”.
También contó que intentó muchas veces quitarse la vida: “Me tiré contra un auto en movimiento y sólo terminé con algunas lesiones. Me estrangulé muchas veces. Pero no tenía fuerzas suficientes para suicidarme sola. Cada vez, cuando volví en sí, le pedí perdón a Narumi por haber fallado en mi acción. No pude saborear el horrible sufrimiento que tuvo que soportar. Incluso hoy, sigo pidiéndole perdón.Me golpeé la cabeza contra el suelo, en paredes”.
Y concluyó: “¡Este hombre nunca dirá la verdad hasta el final de su vida!”
Hasta Chile
Taeko también contó que viajó a Chile en junio de 2017: “Quería ver cómo Zepeda seguía viviendo. Lo encontré y lo seguí. En un momento se dio cuenta de que yo lo estaba siguiendo (…) Nos encontramos cara a cara. Él tenía la mirada sorprendida y luego me miró fijamente. Lo miré fijamente y, mirando hacia abajo, continuó su camino para evitarme”.
Luego la mujer volvió a viajar al país en octubre de 2017 y julio de 2018.