El caso Convenios ya ha golpeado a una serie de fundaciones que se han visto involucradas en este escándalo de corrupción desde diversas organizaciones sin fines de lucro.
Una de las más afectadas fue ProCultura, fundación que está en el ojo del huracán por convenios que han sido declarados como irregulares, lo que, según la ONG, hizo imposible su continuidad, por lo que decidieron cerrar sus funciones.
Ahora, una nueva polémica golpea a la exfundación, ya que a los trabajadores se les prometió que todos recibirían su indemnización dentro de los plazos legales, sin embargo, según publicó La Tercera, a doce días desde que los empleados de ProCultura firmaran su finiquito “por necesidades de la empresa”, aún no reciben dicho dinero.
Los principales apuntados por los trabajadores son el psiquiatra Alberto Larraín y la gerenta general de ProCultura, Constanza Gómez, quienes no han dado respuesta a los empleados, quienes han catalogado las acciones de ambos como “una verdadera estafa”.
El medio antes mencionado recoge la opinión de otro excolaborador: “Hasta el último día, Alberto Larraín y Constanza Gómez nos prometieron que pagarían todo lo adeudado. Hubo llantos y palabras de agradecimiento de los trabajadores más antiguos, aunque la mayoría miramos la escena con desconfianza. Pocas semanas después se hizo realidad el peor escenario posible”.
Otro testimonio publicado por La Tercera va más allá, y afirma que “a algunos nos intentaron engañar haciendo firmar finiquitos en una notaría sin cheque asociado ni plazos de pago, pese a que el documento decía textual que nos hacían entrega del pago en ese momento. A quienes recibieron su finiquito online, se les decía que recibirían el pago en cinco días hábiles. Hasta la fecha, ni un solo peso”.
El mismo exempleado de ProCultura relata que entre los afectados, hay personas que prestaron servicios para la fundación por cerca de 10 años y que “hoy ven sus vidas destrozadas. Lo peor es que informalmente comunicaron a algunas personas que no pagarían, pues no había fondos, ya que la fundación estaba en la quiebra. Esa quiebra, sin embargo, no la ha declarado nadie legalmente competente”.
En este sentido, indicó que entre los trabajadores han pensado en demandar a las personas implicadas. “Cuando empezamos a exigir respuestas, simplemente dejaron de contestar. Eso tiene muy mal a muchísimas personas. Pero ahí está Alberto Larraín, tuiteando todos los días sobre salud mental. Es una vergüenza (…) Esta situación no puede quedar en la impunidad”, dijo.