Históricamente, se ha dicho que beber vino podría traer grandes beneficios para la salud, además de su buen sabor. Sin embargo, este también podría traer efectos no deseados, incluso si se bebe en pocas cantidades.
Muchas personas sienten un intenso dolor de cabeza unos 30 minutos después de beber vino, aunque no lo hayan hecho en grandes cantidades, algo que hasta ahora no tenía una explicación científica.
Ante esto, un grupo de científicos de la Universidad de California (UC) en Davis se propuso dar respuesta a esta incógnita, encontrando una sustancia que podría ser la responsable de los dolores de cabeza: la quercetina, un flavanol que se encuentra en el vino que estorba el buen metabolismo del alcohol haciendo que las personas sufran dolores de cabeza.
Pero, esta sustancia no es dañina por sí misma, de hecho es un antioxidante saludable que se encuentra en varias frutas y verduras, el problema se produce cuando se metaboliza con alcohol.
De esta forma, comentó el académico que lideró esta investigación, Andrew Waterhouse, “cuando entra en el torrente sanguíneo, el organismo la convierte en una forma diferente denominada glucurónido de quercetina“.
“Como resultado, las personas pueden acabar acumulando acetaldehído, que es una toxina irritante e inflamatoria que en niveles altos puede causar rubor facial, dolor de cabeza y náuseas”, Complementó Apramita Devi, investigadora postdoctoral de la UC Davis y quien también lideró el estudio.
Además, agregó, el investigador Morris Levin, también hay otros factores que pueden incidir en estos dolores de cabeza, “sobre todo si sufren de migrañas o de otras afecciones primarias de dolor de cabeza”.
“Creemos que por fin estamos en el buen camino para explicar este misterio milenario. El siguiente paso será probarlo científicamente en personas que desarrollan estos dolores de cabeza”, concluyó Levin.
