El 31 de diciembre de 2019 se reportó el primer caso del SARS-CoV-2 o más conocido como Covid-19, la pandemia más grande en décadas. Sin embargo, el desconocimiento de esta infección era tal que sorprendió a millones de científicos.
Ya pasados casi cuatro años del inicio de este fenómeno mundial, una serie de científicos se reunieron a investigar las características de esta infección, en donde estuvieron presentes las expertas chilenas Andrea Silva, académica del Magíster en Ciencias, mención Genética, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile (UACh), Alicia Colombo, de la Universidad de Chile y el Dr. Ricardo Verdugo, de la Universidad de Talca.
En este sentido, estos científicos analizaron la arquitectura genética humana, hallando nuevos antecedentes sobre el Covid-19 sobre la severidad y susceptibilidad de la enfermedad, lo que a su vez puede ser de gran ayuda para la producción de fármacos o vacunas.
“The COVID-19 Host Genetics Initiative”, se llamó este estudio, donde se analizaron 219.692 muestras de sangre de personas que estuvieron contagiadas con el Covid-19 y donde encontraron 51 genes distribuidos en todo el genoma. Con esto, se pudieron hallar 28 variantes más que la investigación anterior.
¿Qué significa esto?
En concreto, la investigación pudo encontrar tres vías biológicas ligadas a la susceptibilidad y la gravedad del Covid-19. Estos son la entrada viral, la defensa de las vías respiratoria y el interferón tipo I.
“Este tipo de investigaciones, que profundiza en cómo el virus SARS-CoV-2 se desenvuelve y desarrolla en nuestro cuerpo, son esenciales para, por ejemplo, buscar blancos terapéuticos que permitan tratar la enfermedad. Asimismo, al profundizar en las vías biológicas involucradas, se abre el camino para avanzar en el estudio con grupos de riesgo a los cuales se les debe poner especial atención en epidemias como la recientemente vivida”, explicó Andrea Silva.
Por otro lado, la académica comenta que una variante genética es cuando se genera un cambio permanente en la secuencia de ADN en los genomas, lo que podría generar efectos neutros, tanto negativos o positivos en el desarrollo de una enfermedad.
“En este estudio encontramos nueve genes que incluyen seis variantes que se asociaron con generación de fibrosis pulmonar, hospitalización y un mayor riesgo de gravedad de Covid-19, además, se detectaron otras tres variantes que aumentan la función pulmonar y se relacionan con un menor riesgo de gravedad de la enfermedad. Estos resultados resaltan lo complejo que es relacionar la genética del humano, la función pulmonar y la gravedad con que se cursa la enfermedad de Covid-19″, agregó la científica.
Los principales hallazgos
Por otro lado, también se hallaron seis genes con variaciones en las vías del Inferón tipo I, que son pequeñas moléculas de señalización generadas por las células que son atacadas por el Covid-19. Estas son sumamente importantes, ya que son la “primera línea” ante el virus, y que promueve la transcripción de más de 2.000 genes que codifican factores antivirales para controlar el contagio.
“Se sabe que SARS-CoV-2 tiene mecanismos propios para reducir o retardar la producción de Interferón I, por tanto, algunas mutaciones en los genes codificantes de proteínas de esta vía podrían sumarse a los efectos adversos del mismo virus, y, así, en algunas personas, el virus lograría pasar inadvertido favoreciendo su rápida proliferación en ellos”, indicó.
Además, explicó, cuatro variantes más fueron detectadas que están ligadas con los mecanismos de defensa de la entrada de los virus respiratorios. Mientras que otras cinco, son relevantes respecto a la defensa del organismo ante el ingreso del Covid-19 y otras enfermedades.