Michelle Bachelet y su preocupación por la democracia en Latinoamérica: “Las deudas pendientes son un manjar para la extrema derecha”

La expresidenta Michelle Bachelet se refirió al estado de la democracia en el mundo y especialmente en Sudamérica. En conversación con EFE, la exmandataria señaló estar “muy preocupada“ por el surgimiento de movimientos de extrema derecha en el mundo.

Pero, por sobre todo, la principal preocupación de Bachelet es el estado de la democracia en la región Latinoamericana, indicando que los problemas que viven los países en este sector del mundo son “un manjar para la extrema derecha“.

En este sentido, la exalta comisionada para los DD.HH. de la ONU, advirtió que “la democracia no está respondiendo a las necesidades de la gente“ tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo y que esta debe ir dirigiéndose hacia una más participativa.

Todo este contexto, señaló la expresidenta, facilita el “surgimiento de estos grupos, que toman las emociones de la gente que tienen más que ver con sus inseguridades y sus miedos y hablan con un mensaje sencillo que parece proponer unas soluciones que en realidad nunca son soluciones”.

Respecto a los líderes políticos radicales, Bachelet los describió como personas que “tal vez no se definen a sí mismos como de extrema derecha, pero que restringen libertades, deterioran las instituciones democráticas, toman medidas de seguridad que parecen espectaculares pero que muchas veces violan los derechos humanos”.

Siguiendo esta línea, la expresidenta ejemplificó en Javier Millei como algunas de estas figuras políticas.

Puntos claves

Para Bachelet, hay tres puntos claves que son de vital importancia para resolver en los países sudamericanos: la seguridad pública, social y la economía.  “Nos ha tocado vivir con el Covid y sus efectos no solo en el área de salud, sino sociales y económicos, fueron muy importantes (…) las tasas de desempleo siguen altas y las de crecimiento siguen bajas”, complementó.

Así las cosas, la exmandataria insistió en que los sectores radicales de la derecha “recogen el sentimiento de rabia y frustración“, mientras que los movimientos derechistas, que eran moderados, también se han ido extremando.

Otra de las advertencias que realizó la primera mujer en ser presidenta de nuestro país, fue la distancia entre la política y la juventud, siendo una gran problemática, ya que “una de las cosas que vemos es que los jóvenes, que son fuente de cambio y de transformación“.

“Tenemos que ver cómo aseguramos que los jóvenes de la región se apropien de los valores democráticos, entiendan que la democracia no es perfecta, pero que es el único sistema mejor y tiene mecanismos para corregir sus propias fallas“, comentó.