La sobrevivencia de los polinizadores es fundamental para la existencia humana, sin embargo, debido a que cada vez van perdiendo más sus hábitats producto de la urbanización, estos animales se ven amenazados, quedando prácticamente sin terrenos donde poder vivir.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cerca del 35% de los polinizadores invertebrados están en peligro de extinción. Ante este triste escenario, en el último tiempo se ha masificado la creación de hoteles para insectos, una iniciativa que busca darles hogar a miles de animales que buscan un espacio donde habitar.
Estas construcciones hechas con madera u otros materiales permiten a los insectos poder tener un lugar donde descansar, alimentarse, reproducirse o habitar, frente a la destrucción de sus hogares naturales.
Las avispas o las abejas solitarias son algunas de las especies más beneficiadas con estos hoteles, donde estos insectos pueden polinizar, nidificar o estar ante la amenazante desaparición de sus hábitat, especialmente en nuestro país.
“Los hoteles de insectos básicamente están pensados para fomentar la llegada de polinizadores nativos a los sistemas urbanos donde normalmente estos insectos no pueden colonizar por falta de hábitat. Se pensaba principalmente en esos grupos de abejas que ocupan agujeros como hábitat, hayan cobijo en madera muerta o se esconden en estructuras humanas. Sin embargo, otros artrópodos también pueden colonizar estos hoteles de insectos, por ejemplo, las arañas, que también podrían ocupar esos recovecos para hacer sus nidos. Pero no existen tantos estudios al respecto”, agrega señaló a Ladera Sur el doctor en Ciencias Silvoagropecuarias y Veterinarias, Rodrigo Barahona.
La facilidad de construir un hotel
Estas construcciones no requieren una elaboración demasiado compleja. Pueden ser más bien pequeños o medianos, hechos a base de simples cajas o pedazos de madera. Lo importante es que en su interior existan divisiones con materiales naturales, para que las distintas especies animales puedan adaptarse.
“Por lo general los hoteles de insectos tienen muchos tipos de madera y de diferentes tamaños, ya que las especies crean su hábitat en diferentes tipos de madera, y generalmente se utiliza madera nativa, ya que la madera nativa es la que atrae a insectos nativos como las abejas del género Manuelia, que son abejas carpinteras pequeñitas, que están ampliamente distribuidas en Chile. También se hacen hoyos con un taladro o alguna herramienta para fomentar que lleguen especies de todos tamaños, y se le agregan otros materiales, como adobe, que pueden generar un ambiente adecuado para que las abejas puedan generar sus nidos”, agregó Barahona.