Falta de profesores: La otra crisis en la educación

Pese a que el plan retorno a clases del Ministerio de Educación tenía estipulado que el regreso a las aulas sería el jueves 2 de noviembre, el Colegio de Profesores de Atacama no aceptó esta propuesta y mantiene el paro que lleva más de dos meses y mantiene a 30 mil alumnos sin estudiar.

No solo está situación afecta a esta zona del país, según un estudio de Elige Educar  para 2025 faltarán más de 26 mil profesores dentro del sistema educativo. Eso representa el 19% de los educadores que se requerirán ese año. En detalle, la proyección para Atacama es que hacia ese año habrá un 42% menos de docentes respecto a los que había antes de la pandemia, con un déficit de 522 profesionales, lo que es un 22,6% menos de lo que debiese haber ese año. 

Además de Atacama, la investigación reveló que el déficit será mayor en otras regiones, como en Tarapacá con un 30%, Antofagasta con 28% y Coquimbo con 26,5%. 

Según Gabriel Escalona, investigador de Elige Educar, en conversación con El Mercurio, este es un problema multifactorial debido a “la reducción de la oferta académica, mayores regulaciones a la formación docente, la deserción laboral y políticas públicas que han influido en mejorar condiciones de ejercicio”.

“Necesitamos una mirada sistémica que asegure que todos los niños, niñas y adolescentes cuenten con docentes idóneos en todo el país”, afirmó.

El informe señaló que la disponibilidad de docentes idóneos llegará a los 33 mil en 2030, principalmente afectando la educación básica. Ante esta cifra, Bernardita Yuraszeck, presidenta y co-fundadora de Impulso Docente aseveró que “esto debe ser una urgencia país”.

Yuraszeck explicó a El Mercurio que “hay un menor acceso a la educación de calidad en la macrozona norte”, asimismo aseveró que “un eje central de política de recuperación de la educación pública tiene que tener una atracción y retención de profesionales”. 

A esta proyección de falta de profesores se puede sumar otro punto  a la crisis educacional, que es la deserción de los alumnos. Si bien en la Encuesta Nacional de Monitoreo Educacional, se vio una mejora respecto de 2022, lo cierto es que  aún no alcanzan los niveles prepandemia.