Entre 11 y 16 millones de años tiene una araña fósil que fue hallada recientemente en Australia, del género llamado Megamonodontium mccluskyi.
Su tamaño sería diferente a las arañas normales actuales, siendo cinco veces más grandes, con un caparazón de 10mm y de 50mm de punta a punta.
“Solo se han encontrado cuatro fósiles de arañas en todo el continente, lo que ha dificultado a los científicos comprender su historia evolutiva. Por eso, este descubrimiento es tan significativo, revela nueva información sobre la extinción de estas arañas y llena un vacío en nuestra comprensión del pasado“ dijo Matthew McCurry, quien trabaja en el Museo Australiano y la Universidad de Nueva Gales del Sur.
Por otro lado, McCurry comentó que el pariente más cerca de este fósil está presente en bosques húmedos, desde Singapur hasta Nueva Guinea.
“Esto sugiere que el grupo alguna vez ocupó ambientes similares en Australia continental, pero posteriormente se extinguió a medida que Australia se volvió más árida”, añadió.
La importancia del hallazgo
Este descubrimiento es muy importante para la comunidad científica aracnológica, ya que esta no solo sería la araña fósil más grande de Australia, sino que sería la primera hallada de la familia Barychelidae en todo el mundo.
“Hay alrededor de 300 especies de arañas trampilla con patas de cepillo vivas hoy en día, pero no parecen convertirse en fósiles con mucha frecuencia. Esto podría deberse a que pasan mucho tiempo dentro de madrigueras, y por lo tanto, no se encuentran en torno adecuado para fosilizarse“, dijo Matthew McCurry.
Además, el profesor asociado de la Universidad de Canbarra, Michael Frese, declaró que con base enmicrofotografía usada para escanear los fósiles se pudo evidenciar una sorprendente y detallada preservación.
“La microscopía electrónica de barrido nos permitió estudiar detalles minuciosos de las garras y las cerdas de los pedipalpos, las patas y el cuerpo principal de la araña. Las setas son estructuras parecidas a pelos que pueden tener una variedad de funciones. Pueden detectar sustancias químicas y vibraciones, defender a la araña contra atacantes e incluso hacer sonidos”, añadió.