Es ampliamente conocido que algunos alimentos pueden llegar a afectar la salud de las personas, incluso pudiendo generar cáncer, pero ahora, y en base a investigaciones recientes, se ha conocido que ciertas comidas pueden llegar a generar un grave daño cognitivo.
El Alzhéimer, la demencia, son algunos de los efectos que podrían tener el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, según la publicación de un estudio llevado adelante por científicos de la de la Universidad de Sao Paulo, y publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense y otro más realizado por investigadores de la Universidad de Tianjin y publicada en la revista Neurology.
Por otro lado, un estudio publicado en revista JAMA Open Network, expuso que el consumo en grandes cantidades de estos alimentos también pueden llevar a las personas a ser más propensas a tener depresión. En el proceso de este paper se analizaron los hábitos de alimentación de más de 31 mil mujeres de entre 42 y 62 años, además del estado de su salud mental.
Principales resultados
En concreto, esta investigación tuvo como resultado que mujeres que comían, al menos, nueve porciones de alimentos ultraprocesados al día, tenían un 50% más de probabilidades de tener depresión en comparación de quienes no consumían más de cuatro porciones diarias de dichas comidas.
“Estos hallazgos sugieren que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados, en particular edulcorantes artificiales y bebidas endulzadas artificialmente, se asocia con un mayor riesgo de depresión”, fueron algunas de las conclusiones del documento.
Dichos resultados cuentan con un mayor peso, ya que los análisis que hicieron de la salud mental de las mujeres que participaron se realizaron antes y después del consumo de los alimentos, y esto demostró que previo al uso excesivo de alimentos ultraprocesados, las participantes no mostraban problemas en su salud mental.
Respecto a esto, uno de los autores del estudio, Andrew T Chan, jefe de la Unidad de Epidemiología Clínica y Traslacional del Hospital General de Massachusetts indicó que: “Minimiza la probabilidad de que nuestros hallazgos se deban simplemente a que las personas con depresión sean más propensas a elegir alimentos ultraprocesados”.