Hace 11 años se apagó la voz de una de las artistas más influyentes de la historia: Whitney Houston, quien hoy hubiera cumplido 60 años.
Desde su niñez Houston conoció de cerca la música en su ciudad de origen Newark, Nueva Jersey, ya que su padre, Cissy Houston, era intérprete de góspel, además, era ahijada de la leyenda del soul Aretha Franklin y sus primas De Dee y Dionne Warwick también eran músicas.
Pero fue en los 80 cuando saltó al estrellato, con su disco debut homónimo, del cual puedes repasar su historia en Sintonía Crónica:
Su increíble ascenso no acabaría y llegaría a presentarse en el show de medio tiempo en el Super Bowl XXV en un espectáculo que marcó el récord de 79 millones espectadores en televisión.
Luego llegaría su máximo éxito cuando fue la protagonista en la película El Guardaespaldas y su notable interpretación del cover de I Will Always Love You de Dolly Parton, con la que ganaría el Grammy por mejor grabación del año, mejor interpretación vocal femenina y mejor disco del año. En dicho disco también trajo otros éxitos como “I wanna dance with somebody”, “I have nothing”.
Luces y sombras
Si bien, Whitney Houston es reconocida como una de las voces más reconocidas —según el Libro Guinness, es la cantante más premiada de la historia— también tuvo una serie de polémicas, especialmente por su conocido adicción a drogas y alcohol.
En este sentido, en la autopsia de su muerte se encontraron cantidades de cocaína, sin embargo, esta no fue la causal de su muerte, sino que un paro cardíaco en un hotel.
Por otro lado, su vida privada estuvo llena de episodios trágicos. De niña fue abusada sexualmente y durante su niñez su altamente presionada por su madre para que pudiera ser cantante, además, vivió una serie de episodios de celos de parte de su esposo.