Moema juanderibaensis es una especie de pez que fue descubierta en Bolivia y que llamó la atención de los científicos que la hallaron, ya que tiene una serie de particularidades frente a otros animales marinos.
Heinz Arno Drawert es el investigador que lo vio por primera vez en los 90, pero que estudió hasta hoy y que ha logrado llegar a una serie de conclusiones.
Los Moema juanderibaensis pueden llegar a medir unos cinco centímetros y su cuerpo es plomo verdoso con un platón de puntos de colores tanto en sus aletas como en su cola, la cual es vistosa y grande.
Sus particularidades
Este tipo de pez habita en charcos o ecosistemas de aguas temporales conocidos como “curichis” que principalmente se hallan en el monte.
Además de esto, su mayor característica es que sus huevos pueden adaptarse y quedar enterrados en el barro y pueden llegar a estar por un largo tiempo sin agua, llegando a ser capaces de soportar estas condiciones hasta por dos o tres años debido a que los charcos se secan en días o semanas.
“Sus huevos pueden resistir a la sequía y entierran sus huevos en el fondo del charco de agua, dentro del lodo o la tierra, y los dejan ahí y el charco se puede secar, pero a los huevos no les pasa nada”, detalló Heinz Arno Drawert a la agencia EFE.
Además, estos peces salen “voluntariamente fuera del agua” agregó el investigador, quien pudo ver que esta especie pueden llegar a estar por cuatro horas fuera del mar e incluso prenden de hojas o plantas. Esto sucede cuando se sienten amenazados por otros peces.
Esto lo pueden hacer ya que pueden cambiar su forma de respirar pasando a usar las branquias a una respiración dérmica que es asociada principalmente a los anfibios.
Por otro lado, estos peces son sensibles a cambiar su hábitat, es decir, los montes, incluso, cuando estos lugares se ven afectados por intervenciones de terceros estos se van del lugar.
Además, los huevos de los peces no pueden soportar lugares demasiado cálidos y que no cuenten con sombras. “Los últimos 20 a 30 años hubo una enorme expansión de los desmontes, gran parte de hábitat ya no existe, podemos hablar fácilmente que del 60 al 70 % de su hábitat natural desapareció”, advirtió Drawert.