El adiós de Silvio Berlusconi: El fin de una era en Italia
Asumió el cargo de primer ministro por primera vez en 1994 y lideró cuatro gobiernos hasta 2011.
Silvio Berlusconi, el magnate multimillonario que fue primer el ministro italiano que más tiempo estuvo en el cargo, falleció este lunes a los 86 años.
Como magnate de medios de comunicación, Berlusconi destacaba por su extravagante estilo de vida. Asumió el cargo de primer ministro por primera vez en 1994 y lideró cuatro gobiernos hasta 2011.
Incluso hacia el final de su vida, fue un actor activo en la política italiana, desempeñó un papel clave en la crisis política que derrocó al gobierno del ex primer ministro Mario Draghi el verano pasado y luego ayudó a formar la coalición gobernante de Giorgia Meloni.
La muerte de Berlusconi se produce meses después de que se revelara que había estado luchando contra la leucemia. Pasó más de seis semanas en el hospital desde principios de abril antes de regresar el viernes.
El pasado viernes, sus médicos aseguraron que había ingresado en el Hospital San Raffaele para someterse a “controles programados de su conocida patología hematológica” y que su ingreso no respondía “a algún aspecto crítico ni alarma”.
Berlusconi volvía así al hospital tres semanas después de recibir el alta, tras pasar 44 días ingresado por una pulmonía agravada por una leucemia que, según reveló entonces su equipo médico, padecía desde hacía tiempo.
Durante su estadía en el hospital, estuvo acompañado en todo momento por su novia, la diputada Marta Fascina, 53 años más joven, y recibió las visitas de sus más cercanos colaboradores, de sus socios, como Giorgia Meloni, y de su familia, como sus cinco hijos, además de numerosos amigo
Pese a su compleja situación de salud, Berlusconi apareció en dos videos desde el hospital: uno para animar a los italianos a votar en las elecciones locales y otro para intervenir en la convención de su partido, en el que aseguraba estar “listo” para regresar a la batalla.
Líderes mundiales despiden a Berlusconi
Giorgia Meloni, primera ministra italiana
“Silvio Berlusconi fue ante todo un luchador, fue un hombre que nunca tuvo miedo de defender sus creencias y fue precisamente ese coraje, esa determinación lo que lo convirtió en uno de los hombres más influyentes en la historia de Italia”.
“Con él hemos luchado, ganado y perdido muchas batallas y por él también llevaremos a casa las metas que nos habíamos trazado juntos. Adiós Silvio”.
Vladimir Putin, Presidente de Rusia
“Para mí, Silvio fue una persona querida, un verdadero amigo. Siempre he admirado sinceramente su sabiduría, su capacidad para tomar decisiones equilibradas y con visión de futuro incluso en las situaciones más difíciles”.
Papa Francisco
En un mensaje a la hija mayor de Berlusconi, Marina, aseguró su “sentida participación en el duelo por la pérdida de un protagonista de la vida política italiana, que ocupó cargos públicos con temperamento enérgico”.
Viktor Orban, primer ministro húngaro
“Se fue el gran luchador”.
Portavoz de Rishi Sunak, primer ministro británico
“Silvio Berlusconi tuvo un gran impacto en la política italiana durante varias décadas, y nuestros pensamientos están con el pueblo italiano y su familia”.
La era Berlusconi
A mediados de la década de 1990, la economía italiana se hallaba al borde de una recesión; las privatizaciones provocaron despidos masivos, el mercado laboral fue desregulado. A eso se sumó la depresión política. Y, en 1992, los fiscales Giovanni Falcone y Paolo Borsellino fueron asesinados por la mafia.
Entonces apareció Berlusconi. “Il Cavaliere” prometió restablecer el orden en el país, con su partido Forza Italia. El multimillonario empresario anunció que reproduciría sus propios éxitos financieros a escala nacional. Y el electorado le creyó, porque quería creerle. Esperaba un milagro llamado Berlusconi. Por eso no le importó que quedaran ciertas dudas en torno a la procedencia de su fortuna o a la compatibilidad de sus cargos políticos con sus intereses económicos.
“Silvio Berlusconi entró en la política para defender sus empresas”, había advertido ya en 1994 su asistente Marcello Dell’Utri. Pero eso interesó poco a los electores.
A pesar de los 30 procesos judiciales en su contra, esto no impresionó a los italianos, ni su falta de modestia. “Les digo sinceramente que creo ser y haber sido el mejor gobernante que ha tenido Italia en sus 150 años de historia”, afirmó Berlusconi en 2009, en su cuarto período de gobierno. Ni siquiera sus escándalo sexuales con mujeres jóvenes afectaron a su electorado. Al contrario: el término “bunga bunga” se instauró en la cultura popular.
En 2013, Berlusconi fue condenado por fraude tributario. Se le prohibió ejercer cargos por seis años, sanción que fue levantada en 2018 por “buena conducta”. Rápidamente presentó su candidatura por Forza Italia para las elecciones del Parlamento Europeo. A los 82 años de edad, Berlusconi entró en la Eurocámara con la mayor votación obtenida por un candidato italiano.
Pero un año más tarde quedó en evidencia que tampoco el “Cavaliere” era inmune a todo. En septiembre de 2020 se contagió de COVID y luego se le diagnosticó una pulmonía.
Berlusconi se recuperó y en 2022 se presentó a las elecciones parlamentarias, como cabeza de lista de Forza Italia. El partido había sellado previamente una alianza con los postfascistas de Fratelli d’Italia y la derechista Liga. Pero los conservadores de Berlusconi no lograron los éxitos de antaño y obtuvieron solo un 8% de los votos. En las negociaciones de coalición, su partido no tuvo ya un rol predominante. La que se impuso fue una mujer: Giorgia Meloni.