Variadas figuras políticas del oficialismo y oposición se han referido a los dichos del consejero electo, Luis Silva, quien reconoció tener un dejo de admiración por Augusto Pinochet.
Rojo Edwards, quien milita al igual que Silva, en el Partido Republicano fue uno de los rostros de la derecha que se desmarcó de la posición del consejero electo.
“A mí lo que me llama la atención de esto es como se trata permanentemente de reflotar a Pinochet. Yo no creo que sea Pinochet un estadista para decirlo claro”, declaró el exUDI.
Si bien reconoció que Pinochet fue un dictador sí dijo que admira las medidas económicas de la dictadura, como la reforma de pensiones de 1980 que se tradujo en la creación de las AFPs y la municipalización de la educación.
Respuesta desde la oposición
Otro de los militantes de la oposición que se alejó de los dichos de Luis Silva fue el presidente de la UDI, Javier Macaya, quien además hizo un llamado a dejar las discusiones por cosas “del pasado”.
“Para mí Pinochet es un militar que asumió el mando de Chile en circunstancias difíciles y en cuyo gobierno se cometieron violaciones a los Derechos Humanos”, declaró.
De igual forma, hizo un llamado al Presidente a no involucurarse en esta disputa. “Cada chileno tenemos una opinión sobre lo que ocurrió el año 1973 y lo que corresponde en una democracia es respetarlo y las opiniones y matices son válidos”, agregó.
Gloria Hutt, quien además es consejera constitucional electa, también se desmarcó de las declaraciones de Silva. “Yo no las comparto, además por la oportunidad, porque es justamente el tipo de cosas que el Consejo no necesita”.