Las 40 horas serán una realidad en el futuro, lo que junto a una cotización del 6% extra -a cargo del empleador- que estaría en una reforma de pensiones, son factores a considerar para la economía de las empresas que deben hacerse cargo de esto.
A esto se suma la discusión sobre el nuevo aumento al salario mínimo, iniciativa que fue acordada entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quienes establecieron alcanzar los $500 mil en julio de 2024.
Esto sería de forma escalonada, desde los actuales $410 mil a $440 mil el 1 de mayo de 2023, luego a $460 mil el 1 de septiembre de 2023. En el caso de que la inflación acumulada durante 2023 supere el 6%, se realizará un alza previa de $10 mil el 1 de enero de 2024, quedando el salario mínimo en $470.000 a dicha fecha, para llegar en julio de 2024 a los $500 mil.
Una de las principales dudas son cómo esto afectaría a las compañías que lo pagan. Rossana Costa, presidenta del Banco Central señaló que se debe “mirar en su conjunto todos los factores que estamos introduciendo en el mercado laboral e ir dosificándolo en el tiempo, para que tenga la capacidad para absorber”.
Uno de los puntos positivos del proyecto 40 horas es la gradualidad, según un informe del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), realizado por el director del OCEC-UDP, Juan Bravo, y el investigador José Acuña.
“Se abre la posibilidad de implementar reorganizaciones productivas que permitan producir más en un menor tiempo, tal como se observa en la experiencia internacional. Así, una porción del aumento del costo salarial por hora será absorbida de esta manera”.
Eso sí, también se da cuenta del efecto que tendrían todas las medidas políticas aplicadas en las empresas, y en donde se describe un escenario en el corto plazo y otro en el mediano.
“Si se materializa la propuesta de llegar hacia mediados de 2024 a un salario mínimo de $500.000 y considerando que ya se habrá materializado una reducción de la jornada ordinaria de 45 a 44 horas, el alza nominal del costo salarial por hora podría llegar hasta el 24,7% y en términos reales hasta 19,4%”.
En el segundo escenario, apunta que una vez implementadas en su totalidad la rebaja de la jornada ordinaria a 40 horas y el aumento de la tasa de cotización previsional en 6%, el costo salarial por hora en los trabajadores que ganan en torno al ingreso mínimo mensual podría aumentar en hasta 19,3% por la aplicación de ambas medidas.
Con lo anterior se debe tener en claro que este porcentaje puede ser menor dependiendo de la capacidad de las organizaciones para realizar reorganizaciones productivas que permitan producir más en menos tiempo y dependiendo de cuánto logren mejorar la eficiencia las medidas de adaptabilidad incluidas en el texto aprobado de reducción de la jornada a 40 horas.