Antonia Urrejola, exministra de Relaciones Exteriores, conversó con el diario El País sobre su paso por el Gobierno y su salida del mismo hace un mes.
En la extensa entrevista, que solo se puede leer si se está suscrito al diario español, la abogada comentó sobre el cambio de gabinete que terminó con su reemplazo por parte de Alberto Van Klaveren, que “la verdad, no lo esperaba. Yo recibí constantemente el respaldo del Presidente y no imaginé que saldría, a pesar de que también estaba consciente de que estaba debilitada por el episodio del audio”.
Frente la pregunta de qué falló mientras fue ministra, Urrejola hizo un mea culpa y expresó que “el acoso afectó el trabajo interno. Y una autocrítica a mi y a mi equipo, lo que incluye a los subsecretarios: tuvimos una mala gestión comunicacional. No supimos comunicar lo que estábamos haciendo y pasamos a ser una Cancillería reactiva a las bombas que aparecían, algunas inventadas y otras no”.
A un mes de su salida
Reflexionando sobre su paso la Cancillería, Urrejola dijo tener sentimientos encontrados:
“Por una parte, tengo la satisfacción de haber contribuido decididamente a la mejora y actualización de la política exterior de Chile. La agenda y los acentos estratégicos en Relaciones Exteriores instalados desde el inicio del Gobierno del Presidente Boric, hoy siguen siendo los mismos. Elegimos el camino de la defensa frontal de la democracia y los derechos humanos como una forma de promover los intereses de Chile en el actual contexto mundial, particularmente frente a los desafíos que enfrentamos. Trabajamos hacia el interior de Cancillería no sólo en la agenda interna de la política feminista, sino en lo que implicó un relevo generacional que, sin duda, era necesario. Pero, por otra parte, nunca imaginé que iba a tener tanta resistencia”.
Agregando: “Era una dicotomía salir al extranjero y ver el reconocimiento de Chile y al propio Presidente Boric –no solo en la región, sino en Europa–, y regresar al país y recibir tanta crítica gratuita e infundada”.
Para complementar; “La resistencia que sufrí en Chile sobrepasó todos los límites. Entiendo el debate y las críticas políticas, pero eso se transformó en críticas personales, acoso, inventos a través de la prensa. La guinda de la torta fue lo que ocurrió en febrero durante los incendios forestales. Fui portada de periódicos por ser la canciller que estaba de vacaciones, cuando el trabajo que me correspondía como ministra de Relaciones Exteriores era llamar a mis pares para coordinar la ayuda internacional, lo que se puede hacer desde cualquier lugar del mundo. Por lo demás, yo había tomado la decisión de volver antes del escándalo por la prensa”.
Para concluir:
Pero todo este episodio me hizo comprender que operó en mi contra un grupo de interés empecinado en hacerme la vida imposible. Esa es la verdad
Urrejola también fue crítica al decir que “lamentablemente, existieron muchos inventos y trascendidos de conflictos y de crisis, que en realidad no existían y fueron divulgados por algunos medios cuya motivación era oponerse a los cambios que estábamos haciendo”.
Y añadió que “existe un grupo fuera de la Cancillería de personas vinculadas a los temas internacionales a quienes incomodó la renovación y modernización que nos propusimos llevar adelante. Han manejado la política exterior y tienen una relación de hace muchos años entre ellos, independientemente del color político y sus diferencias”.
Sobre este grupo, la ex canciller puntualizó: “es un núcleo que yo descubrí que era mucho más cerrado de lo que me imaginaba. Y aunque conozco a mucha de esa gente desde mi juventud, trabajé con muchas de esas personas, fue un grupo que me vio como outsider y que se resistió a un nuevo concepto de política exterior”.
“Misoginia”
La ex ministra además acusó que “en el mundo de la política exterior, llámese cancillerías u organismos internacionales, sigue existiendo misoginia. Se hablaba de que yo era novata, cuando tengo 54 años y un currículum que da muestras de mi carrera en materia internacional, aunque no sea parte de ese club que ha ido creciendo al alero de la Cancillería chilena”.
Y agregó:
Yo no creo que con un hombre con un currículum como el mío todo esto hubiera ocurrido
Y puso de ejemplo la situación que tuvo con la filtración del audio, donde se hablaba del embajador de Argentina en el país: “Hasta el día de hoy yo me pregunto: ¿Si yo hubiera sido un hombre y hubiese salido un audio de una conversación privada no autorizada que se divulgó por error a la prensa, la reacción hubiera sido la misma, donde el debate se centró en el tono de la conversación filtrada?”.
“Yo creo que no, porque lo realmente grave acá fue que se grabó sin mi autorización una conversación privada de la canciller con sus asesores y encima se divulgó, por error o por las razones que sean. No me quiero meter en las intencionalidades –aunque sigo pensando que fue por error–, porque hay un sumario y una investigación del Ministerio Público. El debate en Chile, sin embargo, fue sobre el tono de las conversaciones, que mi jefa de Gabinete decía garabatos y que no se debía hablar así en la Cancillería, aunque era una conversación privada de mi equipo de trabajo”, aseguró.
Equipo
La ex canciller también se refirió a José Miguel Ahumada, quien también salió del Gobierno en el cambio de gabinete del 10 de marzo y quien se desempeñaba como Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales.
Sobre Aumada dijo: “Partió con una posición muy dogmática y luego fue cediendo. Fue un aprendizaje de él, aunque no desconozco que sus posiciones causaron revuelo político y que yo debía responder por ello, porque tenía que salir yo a explicar”.
Agregando: “Es importante señalar, sin embargo, que José Miguel tenía el respaldo del Presidente en estos temas, como el TPP11. Pero quiero aclarar: ni con Ximena ni con José Miguel terminamos ni en guerra ni peleados ni mucho menos, con todas las diferencias que tuvimos”.