Este viernes se dio a conocer una triste noticia para la economía nacional y para los recuerdos de muchos, y es que la perfumería Monix declaró su quiebra.
La empresa partió en 1938 con la familia Silva Urzúa y originalmente se dedicaba a la venta de artículos masculinos y femeninos como camisas, corbatas, sombreros, guantes, cigarreras, carteras, collares y pulseras, entre otros.
Según indica su página web, en 1954 se diversificaron e introdujeron la primera fragancia, con su colonia 124. El éxito fue tal que pronto se dedicaron completamente al rubro de los aromas.
La empresa a cargo de Miguel Silva Urzúa posteriormente se transformó en sociedad anónima y pasó a manos de sus hijos, quienes quedaron como socios con partes iguales de la firma.
Quiebra
En los años 90 la compañía empezó a crecer hasta llegar a las trece tiendas y distribución directa a distintos clientes minoristas y supermercados de Chile.
“Fue después de esto que la ya mala relación entre sus hermanos se deterioró aún más hasta el punto de hacer la relación comercial (además de familiar) insostenible”, detalló Miguel Silva Schower en la solicitud de liquidación voluntaria de la compañía presentada a la justicia, según informó DF.
Tras los conflictos familiares, se explicó que la mayoría de las tiendas cerraron y solo quedaron funcionando dos: Matías Cousiño y mall Plaza Puente Alto.