“El Gobierno de Venezuela aún no ha recibido solicitud de trabajo coordinado con Gobierno de Chile respecto a supuestas deportaciones de venezolanos. La coordinación en esta materia ha sido un clamor nuestro, así como la exigencia de respeto a los DD.HH. de nuestros compatriotas”.
Con esas palabras el canciller venezolano Yván Gil, respondió al Gobierno chileno tras los dichos de que tanto ese país como Bolivia estaban entorpeciendo la expulsión de migrantes desde Chile.
Sus dichos se unieron a la tensión ya existente en materia de crisis migratoria, luego de que la ministra del Interior, Carolina Tohá manifestó que Venezuela “no ha sido colaborador” en facilitar el retorno a su país de las personas que tienen un decreto de expulsión de Chile, muchas de las cuales “llevan meses tratando de ejecutarse”.
Se trataría del primer conflicto de Gil con Chile desde que asumió este cargo el recién pasado 6 de enero, donde reemplazó a Carlos Faría, quien estuvo menos de ocho meses.
Por otra parte, al nuevo canciller se le ha designado encabezar la nueva estrategia internacional del régimen de Nicolás Maduro, con señales para acercarse con “paciencia estratégica y diplomacia” a la Unión Europea (UE) dados sus contactos con el bloque, informó EFE.