El Departamento para la Doctrina de la Fe del Vaticano ordenó a la Orden de los Jesuitas llevar a cabo un procedimiento administrativo legal contra el sacerdote Felipe Berríos, en respuesta a las acusaciones de delitos sexuales contra el clérigo, tras una investigación canónica previa llevada a cabo por la abogada María Elena Santibáñez en 2022.
A través de un comunicado, la congregación destacó que el clérigo “permanece como sacerdote de la Orden de los Jesuitas”, a pesar de haber anunciado su dimisión, y especificaron que “el Superior General ha designado al P. Dante Simón S.D.B., Vicario Judicial de la Arquidiócesis de Córdoba, como su Delegado para llevar a cabo este proceso canónico”.
“Su labor consistirá en analizar las pruebas y argumentos recolectados en la investigación canónica previa, obtener posibles nuevos antecedentes y recibir la defensa del acusado”, explicaron.
Asimismo, se especificó que los antecedentes obtenidos en la investigación “deben ser enviados al Superior General para su decisión, de acuerdo con las normas canónicas aplicables”.
“Este ha sido un momento doloroso, especialmente para los involucrados en el proceso. Esperamos que estos esfuerzos contribuyan a descubrir la verdad sobre los hechos y a hacer justicia”, expresaron los religiosos en el comunicado.
El Hecho
En mayo del año pasado, los miembros de la Orden de los Jesuitas iniciaron una investigación previa contra Felipe Berríos luego de recibir una denuncia por “hechos de naturaleza sexual”. La presunta víctima es una mujer que afirmó haber sido objeto de abuso sexual por parte del sacerdote cuando era menor de edad y Berríos era el consejero espiritual de su familia. María Elena Santibáñez, una abogada laica a cargo de la investigación previa, calificó esas acusaciones como “verosímiles”.
Además, en octubre, la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI allanó las oficinas centrales de la Orden de los Jesuitas en el centro de la capital, por instrucción de la Fiscalía Metropolitana Sur, con el objetivo de confiscar la investigación previa canónica realizada por la abogada a pedido de los jesuitas contra el sacerdote Berríos.
El Ministerio Público está investigando el caso en el contexto de la auto-denuncia que el propio religioso presentó a fines de mayo del año pasado. En una declaración pública, el sacerdote manifestó: “Quiero que me investiguen como a cualquier ciudadano de este país” y señaló que también quería que se investigaran otras acusaciones en su contra que habían sido conocidas por los medios de comunicación, por dos mujeres que proporcionaron información a la Fundación para la Confianza.