Según las autoridades el número de muertos tras los terremotos que azotaron Turquía y Siria esta semana ha subido a por lo menos 22.772.
En Turquía, el número de muertos aumentó a por lo menos 19.388 y se reportaron 77.711 heridos, según el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
El número total de muertes en Siria es de 3.384, incluidas 2.037 en áreas controladas por rebeldes en el noroeste, según el grupo de defensa civil Cascos Blancos; y 1.347 muertes en las partes de Siria controladas por el Gobierno, según los medios estatales sirios.
El número total de heridos en Siria en todos los territorios afectados asciende a 5.245, con 2.295 en áreas controladas por el Gobierno y 2.950 en áreas controladas por rebeldes.
Al menos 82.956 personas en Siria y Turquía resultaron heridas tras los terremotos, según el presidente turco, los Cascos Blancos y los medios estatales sirios.
Las críticas del presidente de Siria, Bashar al-Assad
El presidente sirio, Bashar al-Assad, criticó a los países occidentales por falta de ayuda humanitaria, en sus primeros comentarios televisados desde que el terremoto de magnitud 7,8 sacudió partes del país hace cinco días.
Assad junto a su señora, Asma, visitaron diferentes sitios afectados por el terremoto y a un grupo de sobrevivientes en un hospital en Aleppo, según mostraron imágenes de la agencia estatal de noticias SANA.
Tras esto, de pie cerca de un edificio destruido por el terremoto, Assad dijo a los periodistas que los países occidentales “no tienen en cuenta la condición humana”. Esto en línea con las declaraciones de parte de funcionarios del Gobierno en los medios de comunicación estatales de Siria, que atribuyeron la falta de ayuda humanitaria y la obstaculización del equipo de rescate a las sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea.
Por su parte, EE.UU. aseguró que las sanciones no se imponen contra los esfuerzos humanitarios y, este viernes, el Departamento del Tesoro de este país, emitió una “licencia general” por 180 días, que autoriza todas las transacciones relacionadas con el alivio del terremoto que de otro modo estarían prohibidas por las regulaciones de las sanciones. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria calificó esta medida como un medio para dar una “falsa impresión de humanidad”, dijo SANA.
La entrega de suministros urgentes a las áreas afectadas por el terremoto en el norte de Siria se ha visto complicada por una larga guerra civil entre las fuerzas de la oposición y el Gobierno de Assad, acusado de matar a su propia gente. El ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, dice que cualquier ayuda que reciba el país debe pasar por la capital, Damasco.
Eso hace que las áreas controladas por los rebeldes dependan de grupos de ayuda, incluida la ONU, que solo ha podido enviar dos convoyes desde este lunes, lo que plantea una situación muy diferente a la de Turquía, donde 70 países y 14 organizaciones internacionales han ofrecido equipos de rescate, donaciones y ayuda.