En la Antártica: El ecosistema que permite que surja nueva vida
El descubrimiento podría contar con áreas de refugio y crianza para organismos marinos.
Un estudio realizado por científicos chilenos describió un inusual hábitat en la Antártica generado por el cambio climático y que un sin número de organismos marinos podrían ocupar como áreas de refugio y crianza.
Según los expertos, el desprendimiento de los témpanos de hielo en la Antártica ha aumentado en los últimos años, como grandes extensiones que se desprenden de los glaciares para flotar por el mar y encallar en zonas costeras y erosionar todo a su paso.
La acumulación de este material en zonas costeras de la península Antártica genera un nuevo hábitat que es aprovechado por otros organismos como invertebrados y peces, describieron en este estudio publicado en la revista científica Biology.
“Nosotros utilizamos el término ‘icepit’, concepto muy técnico usado para describir depresiones originadas por la erosión del hielo en el fondo marino a grandes profundidades, pero hasta ahora no se había aplicado o vinculado a un proceso ecológico en las aguas someras de la Antártica”, aseguró el Ignacio Garrido, investigador del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal) de la Universidad Austral y director del Laboratorio Costero de Recursos Acuáticos de Calfuco, quien encabezó el estudio.
A propósito esto, el doctor Luis Miguel Pardo, investigador del Centro IDEAL y director de la Escuela de Graduados de la Facultad de Ciencias de UACh, coautor de la investigación, señaló que “históricamente, se ha hecho ecología de comunidades de ambientes de fondos blandos (arena) y duros (rocas). Sin embargo, estos ‘icepits’ son mixtos y este trabajo es pionero en analizar su dinámica de formación en el tiempo y las especies de algas que se encuentran allí“.
El estudio
Durante la Expedición Científica Antártica (ECA 59) de este año, se llevará a cabo la segunda parte de esta investigación, que incluirá determinar el rol ecológico de las acumulaciones de algas en estos ‘icepits’ sobre el funcionamiento del ecosistema en este entorno polar que cambia rápidamente.
En el estudio se observó que la tasa de descomposición de las algas que encallan en estos socavones es muy lenta, debido a las bajas temperaturas de la Antártica. A esto se le suma su capacidad de adaptación a bajos niveles de luz. Anfípodos, isópodos, estrellas de mar, anémonas y peces son quienes colonizan estas acumulaciones algales.
Los científicos realizaron una caracterización de estos hábitats en 17 sitios frente a bahía Fildes. Si bien los ‘icepits’ solo cubrían un 4,2% del lecho marino, contenían el 98% de la biomasa de algas a la deriva, consideradas verdaderas “trampas” de material.