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Terremoto y guerra civil: La difícil tarea de entregar ayuda humanitaria a Siria

alepo siria detrucción FOTO: EFE.

El lunes, el embajador de Siria ante la ONU, Bassam Sabbagh, se reunión con Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, para solicitar la ayuda al organismo internacional. Tras este encuentro, Sabbagh dijo a los periodistas que cualquier ayuda deber coordinarse con el gobierno sirio y no al otro lado de la frontera con Turquía. 

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8 Febrero, 2023

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El régimen de Bashar al-Assad ha sido de acusado de uso político de la ayuda humanitaria para Siria tras los dos terremotos que afectaron a la nación y a Turquía. Esto tras los dichos del embajador ante la ONU  de que su país debería ser responsable de la entrega de toda la asistencia, incluidas aquellas áreas que no están bajo el control del Ejecutivo. 

Anita Starosta, experta en Siria de la organización Medico International, cree que hay obstáculos, por ejemplo, en ciudades como Alepo, controladas por el régimen de Assad. A pesar que el presidente ya prometió ayuda y pidió apoyo a la ONU, “ eso significa que en estas áreas en particular, no se podrá evitar coordinar la ayuda a través de Assad, si ha de venir del lado internacional”.

“Sabemos, por el pasado que todo el dinero de la ayuda que pasa por el régimen y Damasco, también se destina a financiar la estructura del régimen, es decir, a las organizaciones de ayuda que están vinculadas a la familia Assad”, señaló Starosta.

Por su parte, André Bank, del Instituto GIGA para Oriente Medio en Hamburgo, confirmó que esto ya se ha observado en el pasado. Durante la pandemia de coronavirus, el régimen intentó hacer acopio de las vacunas y otros envíos médicos para repartirlos a ciertos grupos.

“Esto muestra lo selectivo y políticamente orientado que está el régimen. Es decir, la única conclusión que se puede sacar es que los países occidentales no pueden cooperar con el régimen”, sugirió.  Según Bank, ya hay indicios de que Damasco está tratando de explotar el terremoto para sus propios fines.

El lunes, el embajador de Siria ante la ONU, Bassam Sabbagh, se reunión con Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, para solicitar la ayuda al organismo internacional. Tras este encuentro, Sabbagh dijo a los periodistas que cualquier ayuda deber coordinarse con el gobierno sirio y no al otro lado de la frontera con Turquía. 

Según The Guardian, el gobierno de Damasco permite que la ayuda ingrese a la región a través de un solo paso fronterizo. Además, se ha resistido a abrir la ayuda a las áreas del norte, porque considera que la ayuda socava la soberanía siria y reduce sus posibilidades de recuperar el control de la zona.

“Las áreas más afectadas por el terremoto dentro de Siria parecen estar dirigidas por la oposición controlada por Turquía y no por el gobierno sirio”, dijo Mark Lowcock, ex jefe de asuntos humanitarios de la ONU. “Va a requerir la aquiescencia turca para llevar ayuda a esas áreas. Es poco probable que el gobierno sirio haga mucho para ayudar”.

La asistencia internacional llega a la región de Idlib -una de las afectadas por los terremotos junto con Alepo- a través de un único cruce fronterizo entre Turquía y Siria llamado Bab al-Hawa, operado bajo una autorización especial de la ONU que vence en julio. La ayuda de la ONU llegó previamente a través de cuatro puestos fronterizos de este tipo antes del conflicto, pero Rusia, un aliado importante del régimen de Damasco, ha logrado limitarlos a uno.

La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, exigió abrir las fronteras entre ambos países. André Bank cree que es una propuesta viable, entre otras cosas, porque “occidente evitaría también muchos grupos con los que no quiere trabajar”.

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La guerra civil en Siria

El 15 de marzo de 2011, lo que empezó como una manifestación a favor de la democracia en la ciudad de Deraa, en el sur del país, inspirada por los levantamientos en naciones vecinas en el marco de la primavera árabe, se convirtió en una “pesadilla viviente”, en palabras de Guterres.

Ante esta manifestación, el gobierno sirio utilizó la fuerza para aplastar a la disidencia en Deraa, lo que provocó las protestas en todo el país exigiendo la renuncia del presidente Bashar al Asad.

Desde es momento, la violencia se intensificó en ese país. Los partidarios de la oposición tomaron las armas y  comenzó la guerra civil. Además, surgieron cientos de grupos rebeldes , lo que provocó una batalla campal.

Las potencias extranjeras comenzaron a tomar partido, enviando dinero, armamento y combatientes, y para aumentar el caos, organizaciones yihadistas extremistas con sus propios objetivos, como Estado Islámico (EI) y al Qaeda, se involucraron.

 

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