Aumentan estudiantes que necesitan nivelación al entrar a la universidad

El “terremoto educativo” que dejó la pandemia aún muestra sus efectos en niños y adolescentes. Debido a esto, en el ámbito de educación superior, este año las universidades recibirán a alumnos que cursaron la mitad de la enseñanza media en los años más complejos de la crisis sanitaria, 2020 y 2021.

Ante esto, en diversas casas de estudios están tomado relevancia los procesos de nivelación que se llevan a cabo durante estos meses, para que así los jóvenes que presentan dificultades o rezagos importantes lleguen más preparados al primer día de clases en marzo.

En el caso de la Pontificia Universidad Católica hace tiempo aplican este tipo de procesos de nivelación en enero y febrero, pero se han ido incorporando más asignaturas con los años. Actualmente, las imparte en matemáticas, lenguaje, química y física, con base en pruebas de diagnóstico que los estudiantes deben realizar cuando se matriculan.

Del total de la matrícula del plantel, alrededor de la mitad es invitada a participar del proceso al no obtener los resultados esperados en los diagnósticos, consignó El Mercurio.

Según, Beatriz Santelices, coordinadora de Apoyos Académicos en la PUC,  quienes reprueban los exámenes van al alza: “En los test de ciencias nos hemos encontrado con una alta reprobación, que ha ido en aumento. En el caso de matemáticas también han aumentado: este año solo el 20% aprobó, en promedio”.

En los tres diagnósticos que hacen en matemáticas, la académica señaló que “en razonamiento cuantitativo aprobó el 20%; en introducción a la matemática, el 35%; en precálculo, el 15%. Entonces, estamos hablando de cifras de como un 70% de reprobación”.

Sobre esto, Catalina García, directora de Inclusión PUC,  señaló que debido a la diversidad escolar del país “en lo académico siempre ha habido un grupo que requiere un apoyo mayor”, pero que con la pandemia han “constatado que ha habido una brecha mayor, y se entiende: muchos establecimientos tuvieron que hacer priorización curricular, gente que no podía necesariamente asistir, vimos una diferencia enorme de acceso a internet y conectividad; entonces, ahí se generaron distancias mayores entre unos y otros”.

En el caso de la Universidad de Chile, también hay un programa de inducción del cual los estudiantes participan desde su matrícula y se complementa con tutorías. Además, se aplican diagnósticos en matemática, biología, química y física, y son convocados quienes tienen dificultades, así como quienes ingresan por admisión especial o los que provienen de establecimientos técnico-profesionales.

Por su parte, en la Universidad Andrés Bello, cuenta con cursos en línea durante febrero en algunas carreras para ayudar a los estudiantes a prepararse con miras a marzo.

Nicolás Ocaranza,  vicerrector académico de la U. Mayor, aseverò que el plantel incorporó el año pasado un programa de acompañamiento estudiantil con nivelación académica en las primeras dos semanas.

“Uno de los grandes desafíos para todas las universidades es hacerse cargo de esa diversidad de estudiantes en términos sociodemográficos”, consideró.