En los últimos cinco años se ha visto un incremento sostenido en casos diagnosticados de sífilis, una infección de transmisión sexual que toma protagonismo especialmente en la población joven.
La transmisión de esta enfermedad es muy fácil, así como también el tratamiento para deshacerse de ella, ya que en general solo consiste en inyecciones de penicilina. Sin embargo, esto debe ser diagnosticado lo más pronto posible, ya que sino puede tener consecuencias graves.
“Son muy altas las tasas y explican lo que estamos viendo en los servicios de atención ambulatoria. Diariamente estoy viendo 3 a 4 pacientes con sífilis. Es una realidad que no vivíamos en estos últimos cinco años”, expresó el director del Centro de VIH del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Dr. Alejandro Afani en La Tercera.
Esta infección también tiene una relación con el VIH, ya que produce una alteración en las mucosas genitales que facilita de manera importante la transmisión del VIH. “Se aumenta entre 3 a 5 veces la transmisión del VIH por la presencia de otras infecciones de transmisión sexual”, agregó.
Identificar la enfermedad
La primera forma de identificar la sífilis son las lesiones en los genitales (chancro),esto no duele y puede que el paciente no le tome mayor relevancia ya que desaparece con el tiempo.
También hay una sífilis secundaria, la cual aparece semanas después y provoca lesiones en la piel (similar a un rash cutáneo, pero que no produce comezón).
“Lo que es mucho más complicado es la sífilis terciaria, o neurosífilis, con compromiso del sistema nervioso central, con pronósticos que muchas veces pueden ser irreversibles”, explicó Afani.
Para reducir los índices de esta infección, el experto apunta a tomar conciencia y reforzar la educación sexual en instituciones educacionales, universidades, discotecas. “Y también promover el testeo rápido y el uso del autotest, para que puedan tener un diagnóstico oportuno y reducir la brecha que hay entre quienes conocen su diagnóstico versus quienes no lo conocen”.