En 2020, Chile y el Ministerio de Medioambiente presentaron su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NCD), con lo cual se busca determinar el nivel de reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que causan el cambio climático y que cada país está dispuesto a aceptar según el Acuerdo de París.
En ese entonces el país se comprometió a reducir las emisiones de CO2, crear de un “presupuesto de carbono” de 1.100 Mt y llegar a un peak de emisiones máximas, los cuales estaban contemplados en 17 objetivos y 169 metas.
Ahora, en el contexto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27), la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, presentó una ampliación de la propuesta emitida hace dos años.
Ahora se considera un aumento de las áreas protegidas en el país, en más de un millón de hectáreas y la reducción de las emisiones de metano.
Esto también se suma a la publicación la Ley marco de cambio climático, que tiene por objetivo alcanzar la neutralidad de emisiones de GEI y una mayor resiliencia a más tardar en 2050, además de contribuir a las metas puestas por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio climático (CMNUCC).
“Chile presentó en 2020 su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) -que son los compromisos internacionales que adquiere Chile para enfrentar el cambio climático- y ahora durante esta COP27 entregamos un reforzamiento, con lo que demostramos que la ambición climática es una prioridad y es posible que todos los países hagan sus mayores esfuerzos para impulsar la mitigación y adaptación”, señaló Rojas tras presentar el documento.
Respecto a la reducción del metano, Chile se compromete a revertir la tendencia creciente de emisiones nacionales a 2025, las que hacia 2020 representaban un 14% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del país.
Dentro de los principales emisores se encuentran:
- Sitios de disposición de residuos sólidos (39% de las emisiones totales de metano).
- Fermentación entérica (30%).
- Tratamiento y descarga de aguas residuales (9%).
- Gestión del estiércol (9%).
- Emisiones fugitivas relacionadas con la exploración, refinamiento y transporte del petróleo y gas natural (6%).
- Emisiones de la quema de combustible (5%).
El plan presentado por el Ministerio de Medio Ambiente busca detener el crecimiento de las emisiones de este gas y avanzar hacia una tendencia decreciente a partir del año 2025.
“Además, reforzamos nuestros compromisos para que detengamos el crecimiento de las emisiones de metano del país al 2025, avanzando hacia una tendencia decreciente. Este es un gas efecto invernadero muy poderoso –unas 25 veces más poderoso que el dióxido de carbono-, que se emite mayormente a través de la sistemas alimentarios y gestión de residuos, por lo que este nuevo compromiso nos obliga a trabajar en estos sectores para reducir nuestras emisiones”, explicó Rojas en la COP27.