El plátano oriental es un árbol con mala fama principalmente para los que sufren alergias, para ellos da la impresión que está en cada gran pulmón verde de varias ciudades de Chile.
Sin embargo, en una época fue tratado como una de las piezas fundamentales en la construcción de parques, prometiendo embellecer áreas verdes gracias a su imponente tamaño, gran resistencia y copa ancha, perfecta para dar sombra.
Entre los primeros en recomendar su uso estaba Federico Albert, padre de la conservación medioambiental. El académico alemán reconoció las bondades del plátano oriental y estableció que la especie se adecuaba a las zonas costeras del norte y centro del país.
George Dubois, paisajista francés, lo trajo desde ese país para llevar a cabo el Parque Forestal y lo habría usado principalmente por su tamaño y por las ideas de urbanismo de la época.
“Las flores endémicas del Chile central, en especial los árboles, no se caracterizan por una gran altura. Entonces, el urbanismo, dentro de sus características, tiene que incluir especies que acompañen el tránsito. Y el plátano oriental fue una especie que se adaptó súper bien al territorio chileno y, además, creció más de lo que correspondía”, explicó Hugo Ramos, historiador de la Universidad Alberto Hurtado en La Tercera.
Otro factor también tuvo que ver con el tema del traslado: “Las primeras especies se trajeron directamente de Francia, y estamos hablando de comienzos del siglo XX, donde todo se hacía por barco y todo demandaba una gran cantidad de tiempo. Entonces, el plátano oriental es un árbol muy noble, que soportó súper bien las distancias de traslado”, dijo el experto.
Antagonista primaveral
Si bien este árbol ha sido un gran aliado contras las altas temperaturas en verano, durante la primavera es un enemigo, ya que su polen genera sensibilidad en muchas personas.
“Es un factor importante de las alergias y es complicado, porque Santiago está lleno de plátanos orientales. En Ñuñoa, Providencia, La Reina y Maipú. En casi todos lados. Este árbol tiene un polen al que mucha gente es sensible, que produce inflamación de las vías aéreas, de los bronquios y las fosas nasales”, detalla Javier Cerda, médico broncopulmonar de la Clínica Vespucio.
Por otro lado, la académica Paulina Fernández y el investigador Claudio Guevara, pertenecientes a la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, durante 2017 sorprendieron con una investigación que afirmaba la baja presencia de plátanos orientales en Santiago.
“Hemos visto que en otras regiones, al igual que en la Región Metropolitana, hay plantaciones mixtas entre plátano occidental, plátano hispánico y plátano oriental, siendo este último mucho más escaso, proporcionalmente”, explicó Guevara al sitio de la universidad.
En esa línea, el investigador agregó que “hay plátanos orientales en Santiago, pero son muy pocos”. Si bien se le culpa de las alergias, el verdadero responsable podría ser el primo hermano del árbol, el plátano hispánico.