104 hectáreas y decenas de moáis fueron afectados por dos incendios alrededor del volcán Rano Raraku, con lo cual se reveló la falta de voluntarios activos que tiene el único cuartel de Bomberos de la isla.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) recibió aviso del siniestro la mañana del martes, pero “informó su incapacidad de control por falta de la brigada”, explicó Marcos Añigual, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Rapa Nui, según informó La Tercera.
Por otra parte, Ninoska Huki, jefa provincial de la Conaf en Isla de Pascua, explicó que la corporación, en todo el país, “contrata brigadas en las temporadas de incendios forestales, y esa comienza en la segunda quincena de octubre hasta abril”, por lo que la brigada no estaba activa.
Así todo, la Conaf “apoyó todo el tiempo, pero fue insuficiente. Teníamos un carro forestal, hubo dos guardaparques combatiendo”, señala Huki. La falta de brigadistas, añade, dificultó la extinción del incendio.
Bomberos tiene seis voluntarios activos, que estaban trabajando en otro foco (a 10 km del primero) y que ponía en riesgo viviendas, por lo que no había personal disponible para enviar al sector del volcán y evitar la quema de los moáis.
La pérdida patrimonial fue calificada de “irrecuperable, ya que el fuego erosionó y promovió el desgaste de las estructuras, al cristalizar y romper parte de su superficie.
Déficit de voluntarios
El comandante Añigual explicó que falta personal para combatir los incendios, pues “una cantidad importante de nuestros voluntarios jóvenes se fueron a estudiar (regresarían en el verano) y hemos invitado en varias oportunidades a la gente a participar, pero no tenemos muy buen resultado. Así que hoy en día, tenemos un déficit de voluntarios”.
También hay falta de materiales, ya que según fuentes conocedoras de la situación, faltan “herramientas forestales” para preparar a más gente.
Para este incendio había civiles que querían colaborar, pero no había qué pasarles para hacer ese trabajo.