Investigadores de Estados Unidos y de China llegaron a la conclusión que la soledad y la infelicidad envejece más que el tabaquismo.
Según los expertos, el daño molecular se acumula y contribuye al desarrollo de la fragilidad y de enfermedades graves relacionadas con el envejecimiento, lo que en algunas personas son más intensos que en otras, algo que se conoce como “envejecimiento acelerado”.
El análisis fue hecho en torno a los efectos de estar solo, tener un sueño inquieto o sentirse infeliz, y los resultados fueron publicados en la revista especializada Aging-US.
Los datos revelaron que sentirse desesperanzado, infeliz y solo, aumenta la edad biológica más que fumar, por lo que apuntaron que cualquier terapia contra el envejecimiento debe apuntar tanto a la salud física como la salud mental.
Se detectó que la aceleración del envejecimiento se produjo en personas con antecedentes de accidentes cerebrovasculares, enfermedades hepáticas y pulmonares o fumadores, además en aquellas personas con un estado mental vulnerable.