Una de las discusiones que se llevaba a cabo en la oposición era cómo se reconfigurarían sus fuerzas tras el plebiscito de salida, y hay un diagnóstico común entre los distintos sectores de la derecha: Chile Vamos debería alejarse del Partido Republicano y acercarse al centro.
Una de las diferencias que se marcó con Republicanos fue cuando se negaron a ser parte del compromiso que cambiaría la actual Constitución si ganaba el Rechazo y cuando no apoyaron la propuesta para bajar los quórums.
Si bien desde Chile Vamos han expresado querer ser parte de las conversaciones para modificar la Carta Magna (pese a que se negaron a participar de la reunión con el Gobierno), a diferencia de Republicanos, sus militantes defienden mantener la Constitución actual.
Uno de los puntos clave era la diferencia de votos con los que ganara una opción sobre otra. Si el Rechazo ganaba por poco quería decir que el mundo de centro es el que está siendo mayoritario. Sin embargo si el Rechazo ganaba por mucho, crecerían los intentos por derechizarse y apelar a posturas más duras.
Desde Chile Vamos afirmaron a La Tercera que un acercamiento al centro político será natural, pero que eso no significa que se vaya a formar una nueva alianza política, sino que podría traducirse en gestos como alianzas administrativos en el Congreso Nacional (a través de mociones parlamentarias o actos de fiscalización), o pactos por omisiones en elecciones, como las municipales que vienen en las que Chile Vamos se podría restar en algunas zonas y apoyar a candidatos de otros partidos.
Otra reconfiguración que se dará en Chile Vamos es generar mayores acercamientos hacia la sociedad civil. Tras el éxito del Rechazo, en el sector consideran que demostró ser un éxito la alianza que se hizo con algunos organismos que hicieron la campaña en terreno asumiendo el protagonismo, en base a la estrategia de que los políticos se mantuvieran en segunda línea.
Particularmente es difícil la situación, dicen en Chile Vamos, para la UDI, cuyo líder, el senador Javier Macaya ha tenido que lidiar con tensiones internas de parte de algunas de sus bases que prefieren que el partido se derechice, y no ven con buenos ojos la idea de acercamientos con el centro político.