Este domingo 4 de septiembre se llevará a cabo la elección que definirá si se Aprueba o Rechaza la propuesta de nueva Constitución. Hay quienes sostienen que este resultado no afectará solo a la Carta Magna sino que también al gobierno de Gabriel Boric.
En medio de este escenario, el mandatario dejó varios asuntos a la espera del resultado del Plebiscito, entre ellas, el cambio de gabinete. Si gana el Apruebo, para apuntalar la aplicación del nuevo texto, y si triunfa el Rechazo, para acercarse al centro y favorecer los acuerdos.
Según el gobierno, el ajuste ministerial habría que hacerlo lo más rápido posible para dar una señal político.
Otros de los temas que están en espera es la difusión de los lineamentos de lo que será la reforma previsional. Ante esto, el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, reconoció que la determinación fue adoptada “estrictamente por un tema de oportunidad política”.
“Hemos estimado que esta es una reforma de Estado y necesitamos que se discuta en un contexto fructífero, al diálogo, a los acuerdos”, indicó y recalcó que “desde ese punto de vista hemos estimado que la reforma se presente a continuación del Plebiscito”.
Asimismo, se aplazó el nombramiento de embajadores en los países en los que aún no hay designaciones, entre ellos México, Colombia, Italia y Costa Rica. De hecho, existe una nómina de personas que el jefe de Estado ya aprobó, sin embargo, esta permanecerá en reserva hasta después de la eleccióm , para evitar nuevas polémicas.
Además, la agenda internacional del mandatario se verá afectada por lo que pase el domingo. El 20 de septiembre, Boric iniciará su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, instancia en la cual se espera que dé cuenta del balance del proceso constituyente.
De partida, el 20 de septiembre, Boric iniciará su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, instancia en la cual se espera que dé cuenta del balance del proceso constituyente.
Según La Moneda, de ganar el Rechazo, el Presidente optaría por privilegiar la agenda interna, con miras a conseguir un acuerdo nacional que permita iniciar la elección de una nueva Convención Constitucional que proponga un nuevo texto.