Poco más de dos semanas quedan para el plebiscito de salida el próximo 4 de septiembre y aún se mantiene una alta cifra de indecisos (10%), de los que no se sabe si son más cercanos al Apruebo o al Rechazo.
Si bien en las encuestas esto ha ido variando en las últimas semanas, expertos sostienen que esto ya no debería variar de forma significativa, ya que representaría a un segmento de la población que no iría a votar.
“Todas las elecciones hasta el final llegan con un porcentaje de 10% o 15% de indecisos, pero ese porcentaje representa al final a la gente que no vota, es gente que no participa. La duda que tenemos en esta elección es cuánta gente va a votar”, dice Ramón Cavieres, director ejecutivo de Activa Research, en Emol.
“Cuando le preguntas a la gente si va a ir a votar, todas las encuestas más o menos dicen que va a votar cerca del 80% o algunas más. Pero nosotros por experiencia empírica sabemos que es una declaración más bien actitudinal. Ese 80%, que se transforme en un comportamiento real el día de la votación, no es así”, agregó Cavieres.
“Los indecisos son mal llamados indecisos, porque en realidad es gente que dice ‘no sabe’, ‘no responde’ o ‘no vota’. De ellos, 6 de cada 10 no van a participar en la elección y sabemos que tienen una inclinación más cercana al Apruebo. Además, es la mitad de lo que hubo para la segunda vuelta presidencial”, complementó al mismo medio Roberto esta opiIzikson, gerente de Asuntos Públicos de Cadem.
Esta opinión también es compartida por el sociólogo y director de Feedback Research, Juan Pardo, pero agrega que el número de indecisos podría ser mayor del que señalan las encuestas.
“El problema es que la mayoría de las cifras de indecisos proviene de encuestas con metodologías discretas que hace complejo proyectar cuál es la cifra o parámetro poblacional. Según otras encuestas regionales, con metodología probabilística cara a cara, la cifra de indecisos pareciera ser mucho mayor que la que están reportando los paneles o las encuestas telefónicas”, dice Pardo.
“Pueden ser variadas las causas o motivos; sospecho que a nivel regional puede haber mucha heterogeneidad, lo que puede ser difícil de captar para encuestas con muestras reducidas. Además, los paneles tienen en gran medida un sesgo de autoselección, ya que en muchos casos hay incentivos asociados a la cantidad de respuestas en un periodo determinado”, agregó.
Uno de los nuevos factores que afectará es el voto obligatorio con inscripción automática, donde el experto sostiene que “cualquier número de participación sobre el 55% del padrón actual sería extraordinario, considerando que hay una buena parte de la población alejada de la política y los políticos”.
“Probablemente haya más que 10%, si bien las encuestas pueden estar mostrando esto también es verdad que cuando le preguntamos a la gente, muchas veces tienden a responder en encuestas lo que nosotros esperamos que respondan”, sostuvo la académica de la U. Alberto Hurtado e integrante de la Red de Politólogas, Federica Sánchez.
“Dentro de ese 10% o más es difícil identificar con claridad cuáles son las intenciones de esas personas. Hay mucha gente que probablemente tome la decisión a último momento, también pasa mucho eso. También es probable que los indecisos sean personas que en general no están tan interesadas en la política, no la siguen con mucha atención”, agregó la experta.
“Probablemente incluya un porcentaje importante de no votantes, que bajo el sistema de voto voluntario no van a votar y hoy se ven enfrentadas a esta situación de la obligatoriedad del voto”.