Sin óvulos, esperma ni fecundación. Un reciente experimento publicado en la revista Cell, logró crear “embriones” de ratón de manera sintética. Un nuevo avance de la ciencia que se posiciona en el limite de lo ético y el avance científico.
¿Por qué lo hicieron?
A partir de las células madres de ratones, lograron crear nuevos especímenes y este experimento es el primero de muchos para, en un futuro, poder crear órganos para trasplantes.
¿Cómo lo hicieron?
Científicos del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel describieron que las células madre de ratón se autoensamblan en estructuras similares a las de los embriones en el laboratorio.
Esta investigación nace a raíz de otra realizada en 2018 donde un conjunto de células madre de ratón se autoorganizó en algo similar a un embrión, pero con menos células.
Esta vez, el equipo liderado por el científico palestino especializado en células madre, Jacob Hanna, recolectó células de la piel de los animales y las hicieron volver artificialmente al estado de células madre. Luego pusieron estas células en una incubadora que se movía imitando el útero materno. La mayoría de las células no consiguieron armar nada, pero 50 (el 0,5% del total de 10.000) se agruparon en esferas y luego en estructuras similares a las de los embriones, según los investigadores.
A loa ocho días, los científicos dijeron que pudieron observar cómo se formaba un incipiente cerebro y corazón que latía. Calificaron lo que se creó en un 95% similar a los embriones de ratón.
“El embrión es la mejor máquina de fabricar órganos y la mejor bioimpresora en 3D; intentamos emular lo que hace”, dijo Hanna en un comunicado de Weizmann.
Esto no termina aquí
De acuerdo a lo expresado por Hanna, ahora el equipo tiene que entender cómo funcionan las células madre: “Entender cómo las células madre saben qué hacer, cómo se autoconforman en órganos y encuentran el camino a sus lugares asignados dentro de un embrión”.
Ética
Aunque el experimento abre muchas posibilidades que podrían salvar vidas, el dilema ético está presente. Como dijo James Briscoe, del Instituto Francis Crick de Gran Bretaña: “Aunque la perspectiva de los embriones humanos sintéticos es todavía lejana, será crucial entablar debates más amplios sobre las implicaciones legales y éticas de este tipo de investigación”