“Habida cuenta de la gravedad de tal acusación, vengo respetuosa y formalmente a solicitar al Directorio de TVN un pronunciamiento acerca de estas declaraciones y que se manifieste un rechazo rotundo a las mismas, por ser severa y peligrosamente infundadas, tanto en lo que se refiere a la trayectoria y compromiso de TVN con la imparcialidad, el pluralismo y la tolerancia desde el retorno de la democracia, como en lo relativo al cumplimiento estricto que he dado a mi deber como profesional del periodismo”, aseguró en su carta enviada al directorio Matías del Río, consignó La Tercera.
Esto debido a los dichos de la presidenta del Tribunal de Ética del Colegio de Periodistas, Ethel Pliscoff, afirmó que “Matías del Río, como periodista, tiene fallas éticas graves”.
“Si él pretende ser cientista, político, analista, o sea, dar su opinión, perfecto, bienvenido sea, pero los periodistas no estamos para dar nuestras opiniones en las preguntas, y encima hacer las preguntas más largas que las respuestas”, opinó en entrevista con La Voz de los que Sobran.
“Y, además, hacer preguntas que llevan incorporada una respuesta, que es una de las técnicas de la desinformación”, aseveró. “Todo eso tiene que ver con el cambio de programa (…). Están acusando a TVN de tener sesgo político, ¿ya? Y lo defiende solo un sector político, ni siquiera las y los periodistas, ni siquiera sus colegas. Entonces, ¡por favor!”.
Según el medio, será discutido hoy en la reunión extraordinaria que TVN tiene contemplada para las 14:00, la que se produce luego de que el director de prensa Pablo Badilla decidiera sacar al periodista de la conducción del programa político “Estado Nacional”.
Esta decisión provocó que distintos sectores políticos acusaran de “censura” al canal, debido a que la decisión se tomó a un mes del plebiscito de salida y luego de que la directora cercana al socialismo, Nivia Palma, escribiera duras críticas en Twitter al programa que Del Río solía conducir junto con Constanza Santa María. Además que fuentes de la señal sospechaban que la figura de Matías del Río era incómoda para el gobierno.