La muerte del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, asesinado con un dron por parte de EE.UU. ha sido aplaudido por el Gobierno de Arabia Saudita.
El Ministerio de Exteriores saudí indicó que Al Zawahiri “es considerado uno de los líderes del terrorismo que fomentaron la planificación y ejecución de atroces operaciones terroristas en Estados Unidos, Arabia Saudita y otros países, matando a miles de inocentes de diferentes nacionalidades y religiones, incluidos saudíes”.
“El Gobierno de Arabia Saudí subraya además la importancia de fortalecer la cooperación y los esfuerzos internacionales concertados para combatir y erradicar el terrorismo y pide a todos los países que cooperen en este marco para proteger a las personas inocentes de las organizaciones terroristas”, afirmó.
El lunes, el presidente de Estados Unidos, Joe bide aseguró en un discurso a la nación que la muerte de Zawahiri -después de haber eludido su captura durante décadas- enviaba un claro mensaje: “No importa el tiempo que te lleve, no importa dónde te escondas, si eres una amenaza para nuestro pueblo, Estados Unidos te encontrará y te eliminará”.
¿Qué significa la muerte de Ayman al Zawahiri?
Los estadounidenses lo conocían como el líder número 2 de Al Qaeda, el ayudante de Bin Laden, con gafas y barba poblada. En realidad, dicen los observadores desde hace tiempo, él proporcionaba la dirección ideológica, mientras que Bin Laden era la cara pública del grupo terrorista.
Zawahiri fusionó su propio grupo militante egipcio con Al Qaeda en la década de 1990. Durante décadas, fue “el cerebro de los atentados contra los estadounidenses”, dijo Biden el lunes, incluido el ataque del año 2000 contra el USS Cole en Yemen, que mató a 17 marineros estadounidenses e hirió a decenas más, y los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, que causaron cientos de muertos y decenas de heridos.
“Matar a los estadounidenses y a sus aliados -civiles y militares- es un deber individual para cada musulmán que pueda hacerlo en cada país en el que sea posible hacerlo”, escribió Zawahiri en un manifiesto de 1998.
Tras la retirada forzada del grupo de su base en Afganistán a principios de 2002, fue en gran medida Zawahiri quien dirigió el resurgimiento de Al Qaeda en la región tribal sin ley al otro lado de la frontera en Pakistán, escribió el lunes The Washington Post en una nota necrológica.
El futuro de Al Qaeda
Según los analistas, Al Qaeda se ha adaptado a la pérdida de sus líderes y han surgido nuevas figuras en su lugar. Sin embargo, en la actualidad el grupo está dividido, con ramas y afiliados que se extienden por todo el mundo, desde África Occidental hasta la India. La cuestión sigue siendo si esos grupos se centrarán en conflictos locales o se unirán para lograr ambiciones más globales.
Charles Lister, experto en terrorismo del Instituto de Oriente Medio, dijo que Al Qaeda “se enfrenta ahora a una aguda crisis de sucesión”. El líder principal, Saif al-Adel, es técnicamente el siguiente en la línea de sucesión, pero tiene su sede en Irán, lo que ha hecho que los afiliados cuestionen su credibilidad en el pasado, escribió el lunes.
Su posible ascenso podría suponer la “sentencia de muerte” para las aspiraciones de Al Qaeda como organización mundial, a medida que los afiliados profundizan en su independencia del grupo, dijo Lister.