34,5 kilómetros separan las costas de Irlanda y Escocia, y Bárbara Hernández lo recorrió nadando durante 12 horas y 8 minutos.
La deportista se alimentó cada 30 minutos con proteínas, carbohidratos y líquidos tibios, donde se le controló el ritmo cardiaco a cada momento para evitar la hipotermia, un desafío que realizó durante el día para también evitar las gélidas aguas durante la noche.
Un instrumento fundamental para realizar esta hazaña fue un reloj que evaluaba sus signos vitales, ya que al ser un deporte extremo es necesario conocer los detalles que este entrega en caso de alguna complicación.
Hacia el final del tramo, la nadadora se enfrentó con una abundante presencia de medusas, pero no fue un impedimento para terminar la prueba.
Cuando finalizó, Bárbara Hernández se convirtió en la primera mujer de Sudamérica en cruzar el Canal del Norte y la cuarta a nivel Latinoamericano.