“Día triste para la Corte y el país”, así calificó el presidente de EE.UU. Joe Biden, a la decisión del Tribunal Supremo de anular la protección del derecho al aborto vigente desde 1973.
“La salud y la vida de las mujeres ahora están en peligro”, remarcó Biden en un discurso en la Casa Blanca en el que no aceptó preguntas, y declaró que la acción del tribunal es un “error trágico” y el resultado de una “ideología extremista”.
El mandatario instó a proseguir la lucha de manera “pacífica” y a defender “en las urnas” el derecho al aborto y todas las demás “libertades personales”, ya que se acercan las elecciones legislativas de mitad de mandato que se anuncian complicadas para los demócratas.
“Déjenme que sea muy claro y no ambiguo. La única manera en que podemos asegurar el derecho de una mujer a elegir es que el Congreso restaure las protecciones de ‘Roe contra Wade’ como una ley federal. Ninguna acción ejecutiva del presidente puede hacer eso”, explicó Biden. “Mi administración defenderá ese derecho fundamental. Haré todo lo que esté a mi alcance para luchar contra ese ataque profundamente antiamericano”, afirmó. “Necesitamos más líderes estatales que protejan este derecho a nivel local (…) Tenemos que elegir a funcionarios que hagan eso”, señaló Biden.
Y advirtió: “El tribunal ha hecho lo que nunca antes había hecho: quitar expresamente un derecho fundamental… Me deja atónito”. Pero estimó que esa decisión “no debe ser la última palabra”, y declaró: “El Congreso debe actuar… esto no ha terminado”.
¿Cuál es el caso “Roe contra Wade”?
El 22 de enero de 1973, la Corte Suprema de Estados Unidos estableció en su histórica decisión ‘Roe contra Wade’ que el derecho al respeto de la vida privada garantizado por la Constitución se aplicaba al aborto.
Jane Roe era el pseudónimo de Norma McCorvey, quien tenía 22 años, era soltera, desempleada y que en 1969 estaba en su tercer embarazo cuando intentó abortar en Texas. Para el momento en que la Corte Suprema federal falló a su favor, McCorvey ya había dado luz a una niña, a quien puso en adopción. Henry Wade era el fiscal de distrito del condado de Dallas, Texas. A él le correspondía aplicar la ley estatal que prohibía el aborto excepto para salvar la vida de una mujer, así que fue a la persona a la que demandó McCorvey cuando intentó abortar.
La demandante afirmó que la ley de Texas era inconstitucionalmente ambigua y violaba su derecho protegido por la Constitución a la privacidad personal. La pregunta ante la Corte Suprema federal era: ¿La Constitución reconoce el derecho de la mujer para interrumpir su embarazo mediante un aborto?
El juez Harry Blackmun presentó la opinión de la mayoría 7-2, en la que se estableció que, de hecho sí, aunque esa protección debía equilibrarse entre los intereses del gobierno de proteger la salud de la mujer y “la posibilidad de vida humana”.
La corte, de tendencia conservadora, dijo que la decisión de abortar durante los primeros tres meses de la gestación le corresponde a la mujer y su médico.
Si bien el tribunal dio la razón a Jane Roe, convertida después en militante antiaborto, rechazó los recursos, calificados de inadmisibles, del médico James Hallford y de la pareja John y Mary Doe.
Así, “Roe contra Wade” va de la mano de la decisión “Doe contra Bolton“, que autoriza a cada estado federal a añadir restricciones al derecho a abortar cuando el embarazo está avanzado.
El derecho constitucional al aborto había sido después confirmado por otras decisiones judiciales.