Científicos descubren que la aspirina frena el avance de un tipo de cáncer
“Pensamos que un desarrollo lento del cáncer debido a la aspirina debe surgir de alguna manera de una evolución lenta de las células hacia la malignidad”, sostienen expertos.
Un nuevo estudio publicado por la revista eLife reveló cómo la aspirina ayuda a proteger al cuerpo contra el desarrollo del cáncer colorrectal (que afecta al colon y al recto).
Si bien ya era conocido que el medicamento producía este efecto, se desconocían las razones exactas de por qué sucedía.
En la investigación, los científicos de la Universidad de California pudieron revelar cómo las poblaciones de células de cáncer colorrectal evolucionan con el tiempo, haciéndolas menos capaces de sobrevivir y proliferar debido al fármaco.
“Preguntamos qué le hace la aspirina a la evolución darwiniana de las células”, manifestó el coautor Dominik Wodarz, profesor de Salud de la Población y Prevención de Enfermedades en el Programa de Salud Pública de la UCI. “El cáncer surge porque las células evolucionan desde un estado saludable hacia un estado patógeno donde las células se dividen sin parar. Esto sucede cuando las células adquieren una serie de mutaciones, y estas son seleccionadas. Descubrimos que la aspirina afecta estos procesos evolutivos y los ralentiza”.
La aspirina altera las tasas de nacimiento y muerte de las células de cáncer colorrectal, específicamente reduciendo la tasa de división de células tumorales y aumentando la tasa de muerte celular, explicaron los expertos,.
“Pensamos que un desarrollo lento del cáncer debido a la aspirina debe surgir de alguna manera de una evolución lenta de las células hacia la malignidad”, complementó Natalia Komarova, autora principal del artículo. “Lo que nos sorprendió fue que este mecanismo podía explicar bastante bien el nivel de protección observado en la población humana. En otras palabras, la magnitud prevista fue consistente con el efecto protector observado en en estudios epidemiológicos en la población humana”.
En el ensayo clínico, iniciado en 2011, reveló que quienes tomaron 600 miligramos de aspirina al día durante dos años mostraron una reducción del 63% en la aparición de cáncer colorrectal (en pacientes que padecían el síndrome de Lynch, afección hereditaria que aumenta el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer).
“La parte novedosa en realidad dice que la aspirina cambia el resultado evolutivo de la carcinogénesis”, complementó Wodarz. “Este trabajo es un ejemplo que muestra que los enfoques matemáticos pueden ser muy útiles para comprender fenómenos complejos en la biología del cáncer; tales percepciones no serían posibles de obtener mediante la experimentación solamente. Requiere la colaboración del trabajo biológico empírico y las matemáticas”.
Ahora el equipo indagará si la aspirina tiene efectos similares sobre los cánceres que afectan a otros órganos del cuerpo.