Cuidadora de Lucía Hiriart presentó una demanda contra la familia Pinochet
La demandante afirma que sus derechos fundamentales fueron vulnerados, además de que se desconoció la relación laboral que tuvieron, no accedieron al pago de una indemnización y no hubo pago de cotizaciones.
Silvia Jara Oliver (55), fue cuidadora de Lucía Hiriart durante casi una década, tiempo en el que sostiene fue víctima de situaciones que afectaron su “integridad física y psíquica” por parte de la familia Pinochet, además de malos tratos y deudas.
Uno de los desencuentros ocurrió entre Jara y Marco Antonio Pinochet (64), hijo de Lucía y Augusto -y quien fue designado para hacerse cargo de los cuidados de su madre-, en torno a una de las joyas más preciadas que la viuda tenía en su poder: un anillo de piedras preciosas.
Nadie se había acordado de la alhaja hasta un mes después del fallecimiento de Hiriart -ocurrido en diciembre de 2021- cuando Marco Antonio le llamó la atención que no encontraran esta pieza. “Falta el anillo de diamantes”, le dijo molesto a Silvia, quien de inmediato respondió: “La señora Lucía se lo regaló a la señora Jacqueline” (hija menor de los Pinochet Hiriart). En efecto, así había sido.
Este es uno de los episodios descritos en la demanda presentada por la profesional de la salud en mayo recién pasado, la cual está dirigida a los hijos de Pinochet, y al cual accedió La Tercera.
Otro de los pasajes revela que el 24 de enero de este año, a Jara le exigieron firmar un acuerdo de confidencialidad antes de pagarle su finiquito, pero no hubo acuerdo. “Nos entendemos con abogados”, señaló Marco Antonio.
La demandante afirma que sus derechos fundamentales fueron vulnerados, además de que se desconoció la relación laboral que tuvieron, no accedieron al pago de una indemnización y no hubo pago de cotizaciones.
Relaciones complejas
El trabajo de Silvia Jara cuando llegó a hacerse cargo de Lucía Hiriart en 2012 era asistirla en su higiene, peinarla, vestirla, darle de comer, darle sus medicamentos y acompañarla.
Según la acción judicial tenía “turnos abusivos” de 48 a 78 horas, algo que cambió con la llegada de la pandemia al extenderse durante una semana e incluso un mes puertas adentro, donde se les prohibió poder salir a ver a su familia.
En una primera instancia se había dispuesto el auto familiar para ir a buscarla y a dejarla, pero duró poco: “Esto se cumplió una o dos veces como máximo, pues el señor Marco Antonio prohibió que fueran trasladadas las enfermeras, ‘porque el auto se iba a gastar o se podía echar a perder’”.
Las relaciones se tornaron complejas y detonaba cuando se pedían artículos de aseo para la viuda de Pinochet. “Don Marco Antonio siempre se enfurecía, señalando que no entendía la razón de tanto gasto”, en este punto especificó que una vez se opuso a comprar guantes quirúrgicos estériles y le dijo que debían lavar y reutilizar los que tenían.
“Hacemos hincapié en que los guantes eran utilizados para asear a la señora Hiriart, razón por la que resulta humillante y paupérrimo pedir a sus cuidadoras lavarlos para ahorrar dinero”, se lee en el documento.
En la demanda se pide en total un pago de $ 59,3 millones, por pagos adeudados y perjuicio moral. La audiencia fue citada para este marte 14 de junio, con ambas partes que ya fueron notificadas.