“Sólo le puedo decir que mi papá no es un comunero, mi viejito era un mapuche trabajador, pero no comunero. Los comuneros son los asesinos”, aseguró Juna, el hijo de Segundo Catril Neculqueo,, quien murió tras ser baleado en su cabeza luego de una emboscada en Relún de la comuna de Lumaco, en la ruta que une a Capitán Pastene con Tirúa, mientras iba camino a su trabajo.
Tras la balacera, pese a los intentos del personal médico del Hospital de Temuco, donde fue trasladado en un helicóptero de Carabineros, se registró su fallecimiento.
El propio fiscal regional de La Araucanía se trasladó hasta el recinto asistencial, lugar en que también habían sido derivados otros dos trabajadores que tenían heridas leves, de perdigones.
Si bien aún no existe claridad del móvil del crimen, antecedentes recopilados por la Unidad de Investigación de Bío Bío apuntan a que éste ocurrió en medio de rencillas ideológicas tras un acuerdo firmado entre el contratista de los 30 trabajadores que iban a bordo del microbús atacado y la CMPC.
Se trata de Santo Reinao, conocido dirigente mapuche y excandidato a la Convención Constitucional, quien ya había denunciado amenazas y amedrentamientos por sus vínculos con la Forestal Mininco.
Segundo Catril estaba casado y tenía cuatro hijos. El trabajador mapuche se convirtió en la séptima víctima fatal en lo que va del año, solo en la Región de La Araucanía.
La emboscada
El ataque armado tuvo como foco a 30 trabajadores mapuche que viajaban en el microbús, entre las 08:30 y las 09:00 horas de la mañana de este martes. Uno de los pasajeros era Segundo Armando Catril Neculqueo.
La emboscada se produjo cuando el vehículo se desplazaba con las cortinas cerradas, momento en que la mayoría de los trabajadores dormía.
Una serie de disparos interrumpió el trayecto. Horas más tarde, el peritaje balístico de la Policía de Investigaciones constató el uso de munición calibre 12, provenientes de una escopeta, la que dejó al menos 16 casquillos en el lugar del ataque.
A esa arma se suma munición calibre 9 mm y, al igual que en otros hechos de violencia en la zona, se identificó munición 7.62. Es decir, de armamento de guerra.
Tras este ataque, los trabajadores tuvieron que trasladarse hasta el predio San Óscar. Esto, con el objetivo de pedir auxilio a Carabineros, ya que dicho fundo cuenta con protección policial.
Catril fue llevado por sus compañeros hasta la posta rural Manzanar, donde -debido a la complejidad de sus heridas- no pudieron asistirlo.
Debido a esto, el trabajador fue derivado a las cercanías del sitio del suceso, donde una unidad aeropolicial lo trasladó hasta el Hospital Regional de Temuco.
Pese a todo los intentos, Segundo Catril falleció a las 16:15 horas.